(Dios rompe las ataduras
espirituales). Cuando leemos los evangelios vemos que el ministerio del Señor
Jesús tuvo un marcado énfasis en la liberación, y vemos como el poder o unción del
Espíritu Santo de Dios rompe las ataduras espirituales.
Desde el Antiguo Testamento
vemos que la voluntad de Dios es la libertad de sus hijos. Veamos este interesante estudio
Nos dice por ejemplo Jueces
15:14 “Y así que vino hasta Lehi, los filisteos salieron gritando a su
encuentro; pero el Espíritu de Jehová vino sobre él, y las cuerdas que estaban
en sus brazos se volvieron como lino quemado con fuego, y las ataduras se
cayeron de sus manos”.
1) En primer lugar podemos ver según nos
enseña el texto que Sansón llegó atado a Lehi, y los filisteos salieron
gritando a su encuentro y en aquel momento el Espíritu de Dios vino sobre él, y
aquellas cuerdas que lo ataban se volvieron como lino quemado con fuego. Aquellas ataduras no resistieron el poder del
Espíritu de Dios.
En aquel momento el fuego del
Espíritu Santo vino sobre Sansón y aquellas ataduras perdieron su fuerza y
poder, de manera que cayeron de sus manos. El Espíritu Santo es quien quema las
ataduras y cadenas espirituales con su fuego y poder.
Podemos concluir aquí que una persona
que busca a Dios será liberado, todo aquel que procura la comunión con el
Espíritu Santo será liberado inevitablemente, pues el fuego de Dios consume las
ataduras o ligaduras que afligen y atormentan su vida y la de aquellos que le
rodean.
2) En segundo lugar podemos considerar
que aquellas cuerdas que estaban atando las manos de Sansón son un símbolo de
aquello que estanca o impide que la capacidad productiva de la persona fluya
con libertad y fuerza, pues las manos representan las obras, el quehacer, el
trabajo, etc.
3) Recordemos en tercer lugar que la palabra
de Dios nos enseña que las cuerdas que ataban a los jóvenes lanzados al horno
de fuego se quemaron y ellos no fueron lastimados. El poder de Dios los liberó
y los protegió.
Aquel horno de fuego es
símbolo o representa las pruebas de nuestra fe, tiempos en los que buscamos a
Dios con corazón humilde y sincero, y por eso somos ministrados por el Señor
quien rompe las ataduras que impiden que fluya la bendición del Señor en cada
una de nuestras vidas.
(Te invitamos a leer: Sermones escritos para predicar).
(Te invitamos a leer: Sermones escritos para predicar).
4) En cuarto lugar debemos observar lo
que nos dice el versículo quince de
Jueces 15, donde Sansón fue liberado de aquellas ataduras y alcanzó una gran
victoria sobre sus enemigos, los filisteos.
Entonces las ataduras
buscan precisamente que el enemigo siga afligiendo al creyente y que no pueda levantarse
para derrotar el poder de las tinieblas. Pero como Sansón, en Dios tenemos
libertad y poder para vencer y avanzar toda oposición del enemigo.
Te invitamos a leer: Sermones escritos para predicar
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
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Amén. ¡En Cristo somos más que vencedores!
ResponderBorrarAsí es Sara, gracias por tus comentarios. Dios te bendiga.
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