Introducción: Justo antes de la batalla de Trafalgar en
1805, el héroe de la armada británico, Lord Nelson, se dio cuenta de que un
almirante y un capitán de su flota estaban peleando. Citó a los dos hombres,
tomó las manos de los dos y puso en uno sobre el otro y luego, mirándolos
directamente en sus caras les dijo, “Mira, por allá está el enemigo.” Es
necesario para vencer y avanzar, caminar en unidad, con la misma visión y
certeza: Dios está con nosotros.
I. LOS MILAGROS DEL PASADO DEBEN FORTALECER NUESTRA FE HACIA EL FUTURO.
A. Recordar para glorificar
a Dios es importante, Jos. 5:1.
Nota: Aquí la ubicación
geográfica es significativa, Israel ha atravesado el desierto y el rio Jordán
(Dios hizo un milagro pues pasaron en seco), y está a punto de iniciar la
conquista de la tierra prometida, la tierra que fluye leche y miel.
Lo que tenían por delante era un gran desafío, pero Dios les había mostrado Su poder atrás: las plagas de Egipto, les abrió el Mar Rojo, les dió carne y pan en el desierto, sació su sed con agua de la roca, les dio la victoria sobre Amalec y los protegió de Balaam, Dios estaba con ellos, y ahora acababa de abrirles el Jordán… Debemos recordar para impulsarnos hacia adelante, y no recordar para volver atrás.
Lo que tenían por delante era un gran desafío, pero Dios les había mostrado Su poder atrás: las plagas de Egipto, les abrió el Mar Rojo, les dió carne y pan en el desierto, sació su sed con agua de la roca, les dio la victoria sobre Amalec y los protegió de Balaam, Dios estaba con ellos, y ahora acababa de abrirles el Jordán… Debemos recordar para impulsarnos hacia adelante, y no recordar para volver atrás.
B. Aunque Dios desea lo
mejor para nosotros, no pasará por alto Su propia Palabra.
Nota: El pueblo de Israel
debía prepararse para el nuevo tiempo, para el nuevo desafío, para conquistar
la nueva tierra que Dios ponía delante de ellos, leamos Jos. 5:2-3, hay
varias cosas muy importantes aquí:
1. La frase “en aquel
tiempo” del vrs. 2, nos hace pensar en instrucciones específicas de Dios a
Josué para ése momento.
2. La circuncisión (que
consiste en el corte del prepucio), era una práctica antigua, anterior al pacto
con Abraham, y Dios la tomó como señal de Su pacto. Es útil desde el punto de vista
médico por la higiene, pues favorece la limpieza, la pureza y la fecundación.
Israel no logró
entender, como Dios se lo dijo muchas veces, que la verdadera circuncisión es
la del corazón… Deut. 10:16 “Circuncidad, pues, el prepucio de
vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz”.
3. El vrs. 4-5 nos
aclara por qué Josué debía hacerlo.
4. La aplicación espiritual
de la circuncisión hoy, nos habla de: pureza, pacto, diferencia, entrega de
corazón, identidad con Dios. Es un corte que implica dolor: vrs. 3, 8. La
circuncisión es una condición para dejar atrás el desierto y entrar a la tierra
que fluye leche y miel, vrs. 9.
“El oprobio de Egipto” por generaciones, estuvo sobre Israel, y hace referencia a la esclavitud, la palabra hebrea traduce además: desgracia, afrenta, deshonra, vergüenza, pero Dios le dice a su pueblo, “hoy (en un día) he quitado el oprobio que estaba sobre ustedes”…
5. En el vrs. 10,
Israel participa de la Pascua (que nos habla de sacrificio, cordero, fuego, la
pascua era símbolo del sacrificio de Cristo), antes de iniciar la conquista de
Canaán.
6.Para conquistar la
tierra que fluye leche y miel, era necesaria la circuncisión (pureza de
corazón) y comer la Pascua (creer y tomar lo que Cristo ganó en la cruz del
Calvario).
II. DEBEMOS AGRADECER LA
PROVISIÓN Y VICTORIAS DEL PASADO, PERO ES NECESARIO EXTENDERNOS HACIA LO NUEVO.
A. El maná representa la
provisión divina del pasado, Jos. 5:11-12.
Nota: Dios tuvo cuidado de su
pueblo mientras caminaban en el desierto, les dio a comer pan del cielo, la
Escritura dice que “era como semilla, blanco, y su sabor como de hojuelas con
miel”.
Fue la provisión de Dios en el desierto, en el pasado, ahora enfrentaban un nuevo tiempo… por eso, Jesús dijo: “Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron… Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre”, Jn. 6:49-51.
B. Los frutos de Canaán
representan lo nuevo de Dios.
Nota: Ahora comienza un nuevo
tiempo, hay cambios en su estilo de vida, pues por años salieron a recoger el
maná que caía del cielo, pero ahora comienzan un nuevo tiempo, algo nuevo
viene, y Dios lo deja claro, pues cesó el maná. Pero a cambio de éste, ahora
recogen los frutos de la tierra que Dios les había prometido, pues Dios no
miente, él cumple Su palabra.
III. DIOS ES PROPICIO PARA CADA TIEMPO DE NUESTRA VIDA.
A. Dios fue el proveedor en
el desierto, que era una parte del camino.
Nota: Aunque
el desierto era un lugar difícil, Dios nunca faltó con Su provisión y
protección, siempre suplió las diversas necesidades de Israel en éste
complicado lugar.
B. El Señor se manifiesta
como Príncipe del ejército de Dios para las batallas que ahora enfrentarían,
Jos. 5:13-15.
Nota: Nuestro Dios es además
guerrero, nunca ha perdido ninguna batalla, requiere de su ejército obediencia,
sensibilidad a Su voz, firmeza ante el enemigo y santidad, por eso se
manifiesta así a Josué:
Con una espada
desenvainada, como Príncipe (del hebreo “sar” que significa: jefe, capitán,
general, cabeza) del ejército de Dios, y le ordena quitar su calzado, pues era
santo el lugar donde estaba, y surge la pregunta ¿dónde estaba?
En tierra cananea, tierra pagana, idolátrica, pero la presencia de Dios allí la santificaba. No es el resplandor de la decoración, ni el brillo de la fantasía, ni la arquitectura religiosa, lo que hace santo un lugar, sino la manifestación gloriosa de la presencia de Dios allí.
Nota: Ahora, el Señor se
manifiesta así a Josué animándole a seguir adelante, pues Su presencia estaría
con él, aunque ya no estaba Moisés, Dios seguía allí, cuando Israel estuviera
en batalla aquí en la tierra, desde el cielo los ejércitos angelicales estarían
a su favor, y aunque Israel vería a Josué dirigiendo, en realidad su capitán
sería Jesucristo nuestro Señor, y así los ejércitos cananeos no prevalecerían
contra el pueblo de Dios.
Conclusión: La Escritura nos
dice que Dios nos lleva de gloria en gloria, él conduce nuestra vida
hacia lo nuevo, Dios ha estado con nosotros y seguirá ayudándonos, su
provisión y protección no nos ha faltado, ni nos faltará, porque él está con
nosotros y nos conduce hacia Su voluntad… no desmayemos, avancemos,
fortalezcámonos en Su palabra, porque fiel es el que prometió.
(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria).
Escrito originalmente para Mensajesysermonesparapredicar.blogspot.com.co Autorizado para publicarse en Predicascristianasescritas.blogspot.com.co
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