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Sermones cristianos para predicar

A tu disposición ponemos sermones escritos para predicar: Esperamos que este material compuesto por sermones, estudios, devocionales...

¿Cómo puedo superar la preocupación en mi vida?





Capítulo uno:

Definiendo la Preocupación.

La preocupación es un factor que genera diversos trastornos en el ser humano, como son: ansiedad, depresión, crisis de angustia, y por supuesto afecta el desarrollo de la vida normal. La

preocupación está relacionada con las aflicciones del futuro, pues la persona mira hacia adelante anticipándose negativamente a las tragedias que piensa llegarán.

Podemos definir a la preocupación como una emoción que surge como resultado de mirar al futuro con una actitud negativa, pues ve las tragedias que vendrán. Surge como resultado de un sinnúmero de preguntas y cuyas respuestas son trágicas, por ejemplo:

“¿Y si éste viaje fracasa? Vamos a perderlo todo”
“¿Y si la enfermedad de mamá es grave? Morirá pronto”
“¿Y si no consigo el empleo en esta oportunidad?” Todo se va a poner peor”.

O aun en cosas sencillas como:
“El cielo está gris ¿Y si llueve? Nadie vendrá al restaurante”
“He visto varios policías ¿Será que va a ocurrir algo grave?”
“¿Será que se pierden mis maletas en éste viaje?”
“Tengo un pequeño dolor en mi estómago, seguramente es algo grave”, etc.

Como podemos ver es el resultado de un proceso de pensamiento, pero que ve todo trágicamente. La persona se aflige por cosas que cree tristemente ocurrirán en el futuro. Esa actitud es una predisposición que precisamente empieza a acomodar todas las cosas para que salgan mal.

Este tipo de preocupaciones causan aflicción en la persona, sobre ella misma se agolpan cargas y pesados bultos de angustia que afectan su confianza, su fuerza para avanzar y aun su rendimiento

laboral. Unas expectativas trágicas nunca son inspiración para procurar alcanzar buenas metas.




La preocupación es una emoción que puede ser usada para advertirnos cosas que en realidad debemos corregir, asuntos acerca de los cuales no debemos ser indiferentes porque son

importantes. Pero cuando esa preocupación gobierna y aflige nuestro corazón es sin duda una emoción mal sana y destructora.

La preocupación no es útil, tampoco ayuda a resolver problemas, sí con preocuparse se arreglaran los problemas entonces no haría problemas. La preocupación no nos ayuda crecer ni a madurar

en nuestro carácter.  La preocupación más bien genera diversos síntomas que afligen a la persona, y que sólo le hace ver su triste y caótico futuro. 

Sin duda lo mejor en vez de preocuparnos es ocuparnos. Esto nos lleva a pensar que más bien lo que debemos hacer es desarrollar un plan para evitar dificultades que puedan surgir en el

proceso.

Por ejemplo si vamos a realizar un viaje, no debemos prepararnos para el fracaso del mismo, lo que debemos hacer es planear las cosas de manera correcta y hacer una lista de soluciones en

caso de imprevistos, y listo. En este caso lo que estamos haciendo es acudir al sentido común.




¿Por qué damos tanta importancia a la preocupación?

Con frecuencia vemos a muchas personas con altos niveles de stress, con dolores de cabeza, sin conciliar el sueño, afanados corren de un lado a otro, y en otras ocasiones están inmovilizados, y

cuando les preguntamos ¿Qué te pasa? La respuesta es “Estoy muy preocupado”.

Por eso vemos repetidamente que las personas se preocupan mucho más de lo que pensamos, viene la preocupación a ser un estilo de vida, un hábito. Muchos argumentan o piensan que su

preocupación es buena, ya que están demostrando que son personas responsables, o que son prevenidos para evitar así grandes peligros o tristes desenlaces.

Detrás de esto hay mucho miedo al futuro, y temor a caer en la irresponsabilidad o negligencia. Ser diligentes, prudentes y sabios, son sin duda capacidades y virtudes correctas y necesarias para

el ser humano. Pero la preocupación desmedida enferma las emociones, la mente y el corazón, nos hace menos productivos y con cierta frecuencia genera graves errores.

Preocuparse por lo que se nos sale de las manos es una pérdida de tiempo, angustiarse por lo ocurrido en el pasado y que no podemos cambiar, es mal sano. Más bien debemos aprender las

lecciones para no cometer los errores del pasado, y hacer en el presente lo mejor posible al respecto.


       

La preocupación produce malos resultados:

Ya que la preocupación va de la mano del temor y el miedo inmoviliza, entonces la persona puede verse malgastando su tiempo y fuerza en emociones malsanas que le provocan una inmovilidad

pues teme dar un paso ya que cree que se encontrará con el desastre.

Por ejemplo la persona desea leer un libro mientras viaja en un avión, es un libro especial y desea disfrutar de aquella lectura. Pero empieza a pensar en ciertas cosas como: “Y sí los motores de

éste avión comienzan a fallar…” o tal vez “Y sí hay cambios accidentalmente en nuestra ruta…” ¿Estará todo preparado en tierra para recibirnos en caso de una emergencia? Etc.

Vemos aquí que la preocupación además actúa como un gran distractor, la persona no puede leer su libro, mucho menos disfrutar de su lectura. Así que no puede edificarse mediante aquel texto,

y su corazón se acelera así como todo su ser se desgasta.  La preocupación hace perder tiempo y causa fatiga emocional y física.

La persona misma se vuelve improductiva, ya que la preocupación y el miedo le impiden hacer cosas apropiadas y correctas. Aunque sabe qué debe hacer y lo disfrutaría en otras circunstancias,

la ansiedad le impide tener una visión correcta y la persona se excusa diciendo “No puede hacer nada, estoy muy preocupado”.   

La preocupación puede esconderse detrás de argumentos “buenos” y “reales”, y llevarnos a conductas inadecuadas que atentan contra nosotros mismos. Como por ejemplo comer demasiado

para calmar la ansiedad, beber y fumar para relajarse un poco, hasta pensar incluso en acabar con los problemas quitándose la vida, todo esto es por supuesto una gran equivocación.

El preocuparse puede generar enfermedades en el sistema digestivo, problemas cardiovasculares, frecuentes dolores de cabeza, dolores de espalda, cuello y muchas otras cosas. Por todo esto

podemos ver cuán nocivo es vivir bajo la angustiosa preocupación.

(Te invito a leer: Sermones escritos para predicar). 

Capítulo dos:

La preocupación y su impacto en la salud física.

La preocupación crónica impacta al ser humano afectando no sólo su aspecto emocional, además impacta su salud física, y aún puede debilitar el sistema inmunológico. La preocupación va

acompañada de stress y se desarrolla dentro de un marco de ansiedad.

La preocupación genera agotamiento emocional y físico en aquella persona que tiene este hábito. El desgaste es muy fuerte, pues que la persona se encuentra en un callejón sin salida, todo a su

alrededor es caótico, y se agolpa sobre ella una gran responsabilidad. La persona concluye que todo saldrá mal por su culpa.

Es algo así como si la mente estuviera siendo torturada por poderosas agujas que inyectan angustia, negativismo e impotencia. Esta condición disminuye notablemente la capacidad productiva de

la persona e incluso su calidad de vida mengua. La preocupación como hábito afecta la salud del ser humano notablemente.

La preocupación produce ciertos efectos físicos:

Tensión muscular: De hecho algunas personas ante una preocupación aprietan con fuerza sus mandíbulas, y por esa tensión los músculos del cuello también se estresan. Cuando esto ocurre

periódicamente aparece el dolor. El cerebro genera ciertas hormonas que pueden, debido a la exposición prolongada a la preocupación, provocar tensión y dolores musculares y articulares.

Fatiga o cansancio: Debido a la multitud de pensamientos negativos, al miedo al futuro o al temor al peor desenlace, la mente cae en un círculo vicioso sin solución más bien con una visión de

fracaso y frustración, lo que desgasta emocional y físicamente a la persona, añadido a esto el miedo que paraliza provoca una inacción y desánimo profundo.

Prédicas cristiana escritas - Cómo superar la preocupación

El sistema inmunológico se debilita: Debemos tener en cuenta que cuando aparece la ansiedad la preocupación se eleva el nivel de cortisol, el cual aparece en comienzo con buen propósito que

es ponernos en alerta ante un peligro, la preocupación como hábito hace que se genere en excesos, lo cual no es bueno.

También se eleva la producción de adrenalina. Todo esto nos hace estar alerta, es una etapa de tensión. La preocupación habitual hace que se generen en exceso estas sustancias, descuidando

otros sistemas de reacción y defensa, entonces ciertas bacterias y virus atacan con mayor facilidad el organismo humano (resfriados, alergias, etc).

En ciertos casos la preocupación puede desencadenar en un cuadro depresivo, lo que complica las cosas puede la persona se hunde en tinieblas más espesas y oscuras, concluyendo que ya no

hay solución alguna. 

Vemos pues que la preocupación habitual termina afectando nuestra salud integral, por eso debemos aprender a lidiar con este asunto y administrar bien las diferentes situaciones que llegan a

nuestra vida. Veamos ahora un tema importantísimo para lidiar con la preocupación y la ansiedad, el cual es la fe.         

(Te invito a leer: Sermones escritos para predicar).      

Capítulo tres:

Estrategias naturales y consideraciones para vencer la preocupación:

a) Ten presente que nuestra manera de pensar determina nuestra reacción ante las circunstancias. Es decir las emociones negativas son el resultado de una manera de pensar trágica. Por

tanto debemos rediseñar nuestra manera de pensar respecto a las dificultades u obstáculos de la vida.

b) Cada adversidad es en realidad una gran oportunidad para crecer y alcanzar nuevos niveles de madurez personal, lo cual será de gran beneficio para todos aquellos que dependen de ti

y te rodean. 

c) Reflexiona e identifica el panorama con tranquilidad. Esto nos ayuda a ordenar nuestros pensamientos, nos da una visión más real de la situación, y nos permite determinar que no todo

es tan grave como inicialmente lo veíamos.

d) Escribe aquello que te preocupa. Este ejercicio te ayudará a ver mejor el panorama y momento que vives. También al escribirlos estarás de alguna manera sacando de ti la preocupación,

y podrás tener mayor claridad para pensar y diseñar soluciones.

e) Seguramente podrás diseñar unas pautas a seguir, cuando la situación así lo requiera. El afán, la ansiedad, y el apresurarse no son buenos consejeros. Toda persona que reflexiona,

tendrá ventaja sobre aquel que se apresura alocadamente.

Prédicas cristiana escritas - Cómo superar la preocupación

f) Al reflexionar en la situación también vas a identificar las prioridades y asuntos reales. Esto nos permite actuar de la mejor manera, pues no nos ocuparemos de asuntos sin sentido o que

en realidad no son importantes. Así descartamos cosas por las cuales no debe haber ninguna inquietud.   

g) Es necesario tomar decisiones firmes respecto a la preocupación, ya que ésta es una elección, ejercítate negándote a preocuparte. Más bien ocúpate en cosas que te van a edificar como

la lectura de un buen artículo o un buen libro, o emprende una buena conversación con otra persona.

h) No consientas que los errores o tragedias del pasado vengan a determinar tu presente, y por tanto echen a perder tu futuro.

i) Es sin duda importante fortalecer tu espíritu ante la preocupación. Con razón San Pablo dijo: “Por nada estéis afanosos (“preocupados”) sino sean conocidas vuestras peticiones delante

de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias; y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y pensamientos en Cristo” Filipenses 4:6,7.

j) Cuando levantamos nuestro corazón a Dios y exponemos nuestras preocupaciones en su presencia, entonces de él vendrá a nuestro corazón su paz, la cual nos capacita para tomar

decisiones correctas y acertadas.

(Te invito a leer: Sermones escritos para predicar). 

Capítulo cuatro:

La preocupación, la ansiedad y la fe.

Con frecuencia este mundo presiona al ser humano para que siga su corriente y estilo de vida que impone. Esto genera afanes, preocupaciones y aún situaciones en las que el cristiano

desobedece a Dios llevado por la presión del presente siglo.

El Señor Jesús nos enseñó diciendo: “no os afanéis, cada día tiene su propio afán” pero muchas veces nos dejamos llevar por el afán y la preocupación. Debemos reflexionar y administrar nuestra

vida correctamente. Consideremos el tema de la preocupación a la luz de la Biblia.   

¿Cómo vencer la preocupación?

1) Definición bíblica de la palabra “Preocupación”. 

a) 2 Corintios 11:28 “Además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias”.

Aquí la palabra “preocupación” se traduce del término griego “merimna” que además significa: afán, ansiedad, aflicción. La raíz del término indica distracción. Es aquello que genera en el corazón

una emoción, que perturba y produce temor. También puede causar un vacío emocional ante la ausencia de seguridad.   

b) En el caso de 2 Corintios 11:28 el apóstol Pablo expresa su gran inquietud por la condición y salud de las iglesias. La persecución en el primer siglo fue muy fuerte, así como la oposición

y otras amenazas como los falsos maestros. Esa inquietud debe ser bien administrada para tomar decisiones correctas y acciones apropiadas, pero la preocupación no debe gobernar el corazón. 

c) Notemos que el apóstol usa una expresión significativa en relación con la preocupación: “que sobre mí se agolpa cada día”. Otras versiones dicen: “la carga” “la responsabilidad”,

entonces esto nace de la sana inquietud de Pablo por la condición de la iglesia pero generaba una carga o peso sobre él. 

d) La Biblia nos enseña la importancia de confiar en Dios y en su poder, él es nuestro protector y proveedor. Lamentablemente con frecuencia nos preocupamos, y esto genera confusión y

debilidad en el cristiano, pues la fe nos fortalece y la ausencia de ésta nos hace vulnerables.

e) La preocupación nos dibuja pinturas tristes y caóticas, nos hace ver imágenes de fracaso y dolor. El miedo surge con fuerza y genera angustia en el corazón de la persona. La

preocupación es un sentimiento que se anticipa negativamente sin bases reales, es el resultado de la incredulidad, del temor y de la ausencia de confianza en Dios.

f) La preocupación en la persona puede tener bases en momentos dolorosos del pasado, o al contemplar las tragedias de las personas que le rodean, concluyendo que el dolor se repetirá

en su vida. La preocupación y el miedo van de la mano. 

Prédicas cristiana escritas - Cómo superar la preocupación

2) Jesús nos advierte acerca de la preocupación. Lucas 21:34 

“Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día”.

a) En éste versículo la palabra “afanes” se traduce del término griego “merimna” que también significa “preocupación”. El consejo de Jesús es cuidarnos de manera que nuestro corazón no

se llene de preocupaciones generadas por ésta vida, ni de las conductas que el mundo practica y aprueba, pero que Dios no bendice.

b) Las palabras: “glotonería, embriaguez y afanes” nos hablan de una vida tan natural y centrada en lo material que no levanta sus ojos al cielo. Es aquella vida ausente de temor de Dios,

sólo desea vivir según los placeres del mundo, y según sus propios deseos. 

c) La Biblia nos enseña la importancia de ser luz en medio de las tinieblas, esto es vivir de manera que demos testimonio correcto del Cristo que vive en nosotros. Es decir debemos ser

excelente en nuestras acciones y labores, diligentes en nuestro trabajo y responsabilidades, honestos en nuestros negocios y vivir una vida familiar que honre a Dios. 

d) No permitamos que lo que el mundo señala y aprueba sea lo mismo que nosotros aprobemos y procuremos. Dios es primero, y debe ser él nuestro anhelo cada día. Cuando éste es

nuestro estilo de vida veremos que nuestra confianza en él es fuerte y segura, y por tanto la preocupación no gobernará nuestro corazón, pues es Cristo quien lo dirige.   

e) Debemos tener en cuenta el contexto en el que se da este versículo, pues el Señor Jesús está hablando de las señales de los últimos tiempos. Al leer Lucas 21:32 y 36, y recordar que la

preocupación es una distracción, vemos que el reino de las tinieblas procurará tener a la humanidad preocupada y ocupada en exceso, así será más difícil pensar en Dios y tener el tiempo para

buscar su presencia. 

(Te invito a leer: Sermones escritos para predicar). 

3) La preocupación es enemiga de la palabra de Dios. Marcos 4:18-19

“Estos son los que fueron sembrados entre espinos: los que oyen la palabra, pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entra y ahogan la palabra, y se

hace infructuosa”.

a) El Señor Jesús está revelando el significado de la parábola del sembrador a sus discípulos, en donde la semilla es la palabra de Dios. Estos versículos nos permiten ver como la palabra

de Dios no puede hacer su obra en el corazón de una persona debido a varios factores: los afanes de este siglo, el engaño de las riquezas y las codicias de otras cosas. 

b) En línea con el tema que venimos tratando, vemos pues que los afanes, es decir las preocupaciones de esta vida o de este tiempo, logran impedir el fruto que por sí misma la palabra

quiere dar en el corazón humano. Al ser una semilla la palabra de Dios está diseñada para llevar fruto, pero ésta semilla tiene un poderoso enemigo y es la preocupación.   

c) Como podemos ver al final del versículo diecinueve hay etapas o fases en las que la preocupación actúa: entra, ahoga, hace improductiva la palabra.

Mediante dardos (es decir mensajes) de incredulidad y temor el enemigo introduce (“entra”) la preocupación en la persona, oprime con esto hasta lograr minimizar la palabra de Dios en el

corazón de la persona y por eso escucha más la voz de la preocupación, y por tanto el fruto poderoso de la palabra de Dios no se puede dar en la persona.     

d) La preocupación ataca con su fuerte voz, y es allí cuando el cristiano debe utilizar la palabra de Dios como espada para rechazar los mensajes de duda, incredulidad y temor. La palabra

de Dios viene cargada de poder para avanzar y vencer todo afán, angustia o preocupación.

e) Esta victoria por supuesto implica creer y confiar en Dios, y esa confianza se alimenta y fortalece en la comunión con el Señor. Un corazón apoyado en Cristo no será terreno fértil para la

semilla de la angustia y de la preocupación.     

4) Dios nos enseña lo que debemos hacer con la preocupación. 1 Pedro 5:6-9. 

“Echando toda vuestra ansiedad sobre él porque él tiene cuidado de vosotros” 1 Pedro 5:7.

a) En este pasaje el Espíritu Santo nos recuerda la importancia de confiar en Dios y en su perfecta y buena voluntad. La expresión “cuando fuere tiempo” nos enseña que el Señor tiene sus

tiempos y momentos para hacer sus cosas, no debemos preocuparnos sino confiar en los tiempos de Dios. 

b) Más bien como nos enseña el versículo siete debemos depositar en las manos de Dios toda preocupación o ansiedad, y nos da la razón: “porque Dios tiene cuidado de nosotros”. Él nos

creó por amor, Jesús dio su vida para salvarnos y lo hizo por amor, el amor de Dios fue derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado. Por aquel gran amor y con

todo su poder como el mejor Padre tiene cuidado de sus hijos. 

c) Dios nos protege del enemigo, es nuestro proveedor, es el buen pastor que su vida da por las ovejas. Por eso una y otra vez en su palabra nos dice: “No temas, yo estoy contigo”, “Yo

soy tu pastor, y nada te faltará”. Dios sabe de qué cosas tenemos necesidad antes de que nosotros le pidamos, y él tiene mucho más para darnos que lo que nosotros le pidamos. 

d) Es también interesante considerar los versículos ocho y nueve, pues aquí se presenta al diablo como enemigo del pueblo de Dios, al cual nos dice el Señor “debemos resistir firmes en la

fe”, es precisamente la fe la poderosa arma que derrota la preocupación. Pues aquel que confía en Dios, no tiene lugar para la preocupación, está convencido de que Dios le guarda y le conduce

al mejor destino. 

(Te invito a leer: Sermones escritos para predicar). 

5) Es fundamental confiar en Dios:

Con frecuencia permitimos que el afán y la ansiedad gobiernen nuestro corazón, asunto que puede generar hasta enfermedades. Es necesario tomar una decisión y es creer en el cuidado de Dios,

él nunca desampara a sus hijos, recuerda "Poderoso es Dios para guardarnos sin caída".

La Biblia dice en Filipenses 4:6-7 “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas todas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego con acción de gracias, y la paz de Dios que

sobrepasa todo entendimiento guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”.

¿Qué significa estar afanosos? La palabra afán aquí se traduce del término griego “merimnao” que además traduce: preocupación, ansiedad, estar afligido. Entonces estar afanoso es andar

preocupado, ansioso y afligido por los problemas o necesidades. El cristiano debe más bien dar a conocer a Dios sus peticiones.

Podemos recordar aquí que cuando Moisés enfrentaba una dificultad u oposición iba a la presencia de Dios y allí recibía fortaleza, dirección divina o el mensaje que debía dar a Israel. Entonces la

oración confiada es una fortaleza contra la preocupación y la ansiedad.

En toda oración y clamor que levantemos a Dios debemos sin temor presentar nuestras inquietudes, preocupaciones, necesidades y sueños al Señor y él no sólo se ocupará de ellas sino que hará

su perfecta voluntad.

Nos dice además el pasaje de hoy "con acción de gracias" precisamente dar gracias por lo que aún no hemos recibido es fe, pues ésta es la certeza de lo que se espera. Aquí dar gracias es la

evidencia de una oración confiada en la respuesta poderosa y bondadosa de Dios.

La queja y la murmuración no sólo desagradan a Dios, sino que por cuanto la Biblia dice "el hombre comerá del fruto de su lengua" las malas palabras traerán tristes cosechas. Un corazón

agradecido siempre tiene una palabra de adoración para Dios.

La Biblia nos sigue diciendo en el versículo siete: "Y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo", entonces como

consecuencia de presentar nuestras peticiones a Dios y confiar en él, la paz del Señor vendrá sobre nuestro corazón y nuestra mente.

Prédicas cristiana escritas - Cómo superar la preocupación

Esa paz es superior a nuestro entendimiento, es decir no sabremos explicarlo pero nuestra vida estará en paz aunque alrededor ruga la tormenta, por cuanto creemos que Dios se encargará del

aquello por lo cual hemos orado.

No quiere decir que no rogaremos más el respecto, sino que mientras llega la respuesta seguiremos orando sin angustia ni ansiedad, pues Dios todo lo hace bien a su tiempo.

La paz de Dios se levanta como un muro alrededor de aquel que confía en el poder y cuidado del Señor. Cuando asome la preocupación o la ansiedad en tu camino, acude a la presencia de Dios,

encomienda a Jehová tu camino y el hará. Confía en el poder y cuidado del Señor, él tiene la última palabra.

La preocupación es un generador de malestar espiritual, emocional y físico. Cuando confiamos en Dios y en su palabra, todo nuestro ser experimenta la vida y la paz del Señor, y por supuesto

caminaremos en la buena voluntad de Dios lo que nos lleva a la genuina bendición que él nos ha preparado. Veremos su poder actuar a nuestro favor.


Capítulo cinco:

No te concentres en el problema.

Con facilidad caemos en el error de sólo mirar y pensar en el problema, sin darle el lugar que le corresponde a Dios. Por eso la angustia y la preocupación muchas veces gobiernan el corazón.

Pero la Escritura dice: “La paz de Dios gobierne vuestros corazones”. Depositemos en las manos del Señor todas nuestras preocupaciones y él hará.     

El miedo es un obstáculo que estorba los milagros de Dios. Éxodo 14:10-12

“Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí que los egipcios venían tras ellos; por lo que los hijos de Israel temieron en gran manera, y clamaron a Jehová. Y

dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con nosotros, que nos has sacado de Egipto? ¿No es esto lo que te

hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir a los egipcios? Porque mejor nos fuera servir a los egipcios, que morir nosotros en el desierto”.

Éxodo catorce nos enseña como el faraón y su ejército viene contra el pueblo hebreo, después que derrotado por el poder de Dios los tuvo que dejar ir de Egipto. Cuando el pueblo de Israel

mira atrás y ve venir al ejército egipcio, tiene varias actitudes ante esta persecución, pues además tenía al frente el mar rojo.

Según la Biblia nos enseña en los versículos diez y once de éste capítulo el pueblo de Israel olvido rápidamente el poder de Aquel que los había sacado de esclavitud con grandes prodigios y

maravillas, Israel: 

a) “Tuvo temor en gran manera”,
b) “Clamó a Dios”
c) Dijo: “era mejor haber muerto en Egipto que en el desierto”.

El comportamiento que vemos en el pueblo de Israel es una mezcla de miedo, un clamor desesperado y un gran sentimiento de fracaso. Este sentimiento seguramente ha sido el nuestro en

muchas circunstancias parecidas.

La presión del enemigo, la diversidad de obstáculos, la ansiedad o angustia por el futuro, las crisis familiares, entre otras, pueden llevarnos a pensar por momentos que Dios se ha ido o que se ha

olvidado de su pueblo. Aquí es fundamental tener presente que el Dios que nos ha liberado es el mismo que nos librará.
   
La confianza en Dios es tu mejor arma. Éxodo 14:13

“Y Moisés dijo al pueblo: No temáis, estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis”.

Comentario: Se destaca aquí la confianza de Moisés en el Señor. Esa actitud de fe debe inspirarnos hoy, Moisés dice: “No temáis, estad firmes”, vemos que esta frase una y otra vez es usada por

Dios en la Escritura.

“No temas” es una expresión de Dios que vemos en diferentes momentos, en diferentes situaciones y con diferentes siervos del Señor, pues la debilidad humana y el temor son componentes que

la persona no puede excluir. Sin embargo quien conoce a su Dios se esforzará y actuará, su corazón reposa en el poder y soberanía de su Señor.

Mira lo que Dios ve.

El pueblo de Israel veía al ejército egipcio venir y un  mar delante de ellos, pero Moisés los lleva a ver algo más que eso y les dice: “ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros”.  Es

fundamental mirar con los ojos de la fe, solo éstos pueden ver la obra sobrenatural de Dios antes de que se manifieste en nuestra vida natural.

Cuando estamos avanzando por el camino que el Señor ha establecido para nuestra vida, él también camina con nosotros y nos anima, fortalece y nos hace testigos e instrumentos de sus

milagros hasta llegar a nuestro destino.

Dios hace lo que no podemos hacer. Éxodo 14:14.

“Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos”.

Moisés dice: “Jehová peleará por vosotros”, es necesario recordar que el pueblo hebreo viene de la esclavitud, ellos no eran guerreros, tampoco tenían un inventario de armas, sin embargo el

Señor mismo pelearía por ellos. No sólo los iba a defender, les dice además que su enemigo para siempre desaparecería. Ellos no sabían pelear, pero el Señor sí. Por eso Dios hace lo que no

podemos hacer. 

Además Moisés de parte del Señor les dice: “y vosotros estaréis tranquilos”. El afán, la ansiedad y la angustia a veces vienen contra el corazón del cristiano y roban la paz. Pero el hijo de Dios debe

depositar su confianza en el Señor, pues es él mismo quien tiene cuidado de su pueblo y los defiende.
   
Los grandes obstáculos anteceden los grandes milagros. Éxodo 14:29-31

“Y los hijos de Israel fueron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas por muro a su derecha y a su izquierda. Así salvó Jehová aquel día a Israel de mano de los egipcios; e Israel vio a los

egipcios muertos a la orilla del mar. Y vio Israel aquel grande hecho que Jehová ejecutó contra los egipcios; y el pueblo temió a Jehová, y creyeron a Jehová y a Moisés su siervo”.

Los israelitas son testigos de uno de los más grandes milagros del Antiguo Testamento, con base en éste se han hecho películas, se han escrito libros, multitud de sermones y reflexiones, este

evento forma parte de la historia de la humanidad. Lo que era un gran problema, Dios lo transformó en un gran milagro.

Poderoso es el Señor para hacer maravillas cuando el hombre dice: “es imposible, no había posibilidad alguna”. No sabemos la profundidad del mar allí y en ese momento, no podemos concluir

de qué tamaño eran las olas, y cuan fuerte era el viento, pero Dios abrió el mar, y miles de años después también calmó la tormenta diciéndole: “Calla, enmudece” y se hizo grande bonanza. 

No temas, Dios va delante de ti. Confía en su amor y cuidado. Él tiene el poder para tomar la crisis y glorificarse con un gran milagro. El Señor tiene el poder para transformar la crisis es una gran

victoria. Puede confiar en Dios.

Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.

(Te invito a leer: Sermones escritos para predicar). 
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Prédicas cristiana escritas - Cómo superar la preocupación




2 comentarios:

  1. Muy bueno. Merece la pena leerlo completo y dedicarle tiempo de meditar en lo q estamos leyendo. Muchísimas gracias pastor.

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  2. El Señor nos ayude a vencer la preocupación.

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