Estudio bíblico: El ángel con el librito (Apocalipsis 10).
Después de las primeras
seis trompetas con sus respectivos juicios, hay un paréntesis ahora, antes de
que suene la séptima trompeta. El apóstol Juan en Apocalipsis diez nos describe la experiencia con
un poderoso ángel que lleva un libro abierto, el cual contiene misterios
divinos. Veamos este interesante estudio:
A) El ángel fuerte y los siete truenos. Apocalipsis 10:1-4.
"Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego. Tenía en su mano un librito abierto...".
Como nos enseña el versículo uno aparece en escena un ángel
especial, la primera característica es que es “fuerte”. La palabra “fuerte” se
traduce aquí del término griego “iscuros” que además quiere decir: poderoso,
robusto, grande (de posición o rango elevado). El hecho de que el texto bíblico
diga que él es “otro ángel fuerte” nos indica que hay otros como él.
En el Antiguo Testamento Jesús se manifestó varias veces como el ángel de
Jehová, pero nunca sucede esto en el Nuevo Testamento, donde Cristo es revelado
y cuenta ya con un cuerpo glorificado. En Apocalipsis Cristo es la persona
principal y quien ordena los acontecimientos finales.
Éste ángel desciende del cielo en una nube con un arco iris sobre su
cabeza, recordando el pacto que Dios hizo con el hombre en el que él prometió
nunca más destruir la tierra con un diluvio.
Su rostro como el sol nos indica que viene de estar en la presencia de
Dios; así como Moisés cuando bajo del monte Sinaí de hablar con Dios su rostro
resplandecía, tan fuerte que nadie lo podía mirar. Recordemos que hay ángeles
como en Apocalipsis 18:1 con gran poder y pueden
alumbrar la tierra con su gloria.
Sus pies como columnas de fuego nos enseñan que ha salido de la presencia
de Dios con una misión, él debe realizar un anuncio especial, poderoso y
solemne acerca del siguiente juicio.
El versículo dos nos habla de un librito, no
podemos asegurar si es o no el mismo libro de Apocalipsis cinco, pues éste
libro estaba sellado con siete sellos pero ya Jesús los había quitado y ahora
el libro está abierto.
El ángel pone sus pies afirmándolos en el mar y en la tierra levantado un
clamor (versículo tres), la Biblia nos dice que
ruge como un león, recordemos que cuando un león ruge indica su autoridad y
poder sobre un territorio (recordemos que de Dios es la tierra y su plenitud).
Después del clamor del ángel “siete truenos emitieron sus voces”.
En el versículo cuatro vemos que el apóstol Juan
se dispone a escribir lo que ha escuchado, lo que nos indica que él entendió
las palabras emitidas por los siete truenos, pero una voz le dice que no puede
escribir lo que ha escuchado. Este mensaje entonces permanece sellado hasta
nuestros días, y sólo en el tiempo de Dios será revelado.
Recordemos que la Biblia
dice: “Las cosas secretas
pertenecen a Jehová nuestro Dios; más las reveladas son para nosotros y para
nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley” Deuteronomio 29:29.
B) Se anuncia el final de los tiempos. Apocalipsis 10:5-7.
"Y en ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó su mano al cielo, y juró por el que vive por los siglos de los siglos... que el tiempo no sería más... el misterio de Dios se consumará, como él lo anuncio a sus siervos los profetas".
Después de clamar el poderoso ángel y de ser escuchados los siete
truenos, el ángel levanta su mano al cielo, el versículo cinco nos muestra que
hace contacto con las tres partes principales de la creación que luego cita en
el versículo seis: el mar, la tierra y el cielo.
En los versículos seis y
siete el ángel hace un juramento declarando que ya no habrá más dilación sino
que al toque de la séptima trompeta “se consumará el misterio de Dios” como lo
anunció por medio de sus profetas. El ángel no jura por sí mismo, pues no es
Cristo, sino un siervo de él.
La expresión “el tiempo no sería más” indica que Dios va actuar
rápidamente, no habrá más demora, esto nos recuerda las palabras de Jesús
cuando dijo: “si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo, mas por
cusa de los escogidos, aquellos días serán acortados”. Así se anuncia a los
creyentes escogidos y sellados durante la gran tribulación que su padecimiento
no demorará mucho más.
C) Juan debe tomar el librito y comerlo. Apocalipsis 10:8-11.
"La voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y dijo: Ve y toma el librito que está abierto en la mano del ángel que está en pie sobre el mar y sobre la tierra... y él me dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel... y me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes".
Ahora Juan debe acercarse al
poderoso ángel y tomar el librito, al estar delante del ángel éste le instruye
diciendo que debe tomarlo y comerlo. Le enseña que será dulce en su boca, como
la miel, pero será amargo en el vientre.
Comer el librito, significa
por supuesto, recibir la palabra de Dios y creerla; lo mismo le sucedió a
Jeremías y a Ezequiel, es decir, ellos también comieron la palabra de Dios, de
hecho a Ezequiel el profeta se le dijo: “come este rollo, y ve y habla a la
casa de Israel” Ezequiel 3:1.
Inicialmente la palabra de
Dios es dulce, es decir, es apasionante conocer sus secretos y revelaciones, o
como Juan tener visiones y experimentar el fluir profético, o puede ser
emocionante estudiar las profecías bíblicas, pero no podemos quedarnos solo
allí, el mensaje debemos llevarlo a nuestro corazón y él provocará cambios
profundos.
Entonces el crecimiento en
la revelación de Dios implica “comer todas sus palabras” sin seleccionar sólo
algunas de ellas, no se trata del gusto personal, ni del sabor que me fascina,
sino de comer completa la verdad de Dios.
En el versículo diez vemos
que Juan se come el librito y fue inicialmente dulce, pero luego le amargó el
vientre; y es comisionado el apóstol para que siga profetizando sobre muchos
pueblos, naciones y reyes, y esto implicaba seguramente rechazo en algunos
sectores, oposición y tal vez persecución (de hecho estaba en la isla de Patmos
por predicar el evangelio), y esto es a veces el sabor amargo de llevar la
palabra de Dios.
Te invitamos a leer:
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
"Más tú, eres escudo alrededor de mí; mi gloria, y el que levanta mi cabeza" Salmo 3:3.
Es bueno leer estas reflexiones, gracias por hacerme participe de ellas
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