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Sermones cristianos para predicar

A tu disposición ponemos sermones escritos para predicar: Esperamos que este material compuesto por sermones, estudios, devocionales...

Sermón:
Dios tiene lo mejor para ti. 
 



Con frecuencia
es nuestro ego el que dirige nuestro corazón. La verdad es que repetidas veces la
oración del hijo de Dios está llena de peticiones personales, todo esto de
acuerdo a sus deseos y ambiciones. 

Por lo
general, deseamos que nuestro Dios nos permita tener muchas cosas nacidas realmente
en nuestro orgullo y no en su perfecta voluntad. Por eso Santiago dijo: “Pedís
y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites” Santiago 4:3. 
 



Ante
la velocidad del mundo de hoy y su materialismo, no es frecuente que el cristiano
le pregunte a Dios: “¿Qué deseas? ¿Cuál es tu voluntad Dios?”. 
 



Por los
deseos de este mundo y por el ego propio, con facilidad el cristiano concede al
enemigo engañar su corazón, y por eso, muchas veces se toman decisiones
equivocadas. 
  



La palabra
de Dios no enseña en el Libro de Génesis 3:13 “Entonces Jehová Dios dijo a la
mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y respondió la mujer: La serpiente me engañó,
y comí”. 
 



Este
pasaje bíblico nos recuerda que la serpiente antigua, esto es el diablo,
utiliza con astucia sus mentiras, y por eso Dios nos advierte a través de su
palabra: “no podemos ignorar sus maquinaciones”. No podemos ser negligentes, ni
indiferentes, más bien con discernimiento y sabiduría debemos conducirnos.   
 



A través
de la palabra de Dios podemos ver que el Señor ha planeado nuestra victoria.
Pero al mismo tiempo, nos dice que no podemos ignorar las maquinaciones o planes
del reino de las tinieblas en contra del pueblo de Dios.   
 



Es fundamental,
fortalecernos en la presencia de Dios, depender del Señor Jesús y seguir su
dirección, él anhela nuestro avance, y que logremos alcanzar su plan para nuestra
vida. Sin duda, el Señor ha planeado lo mejor para nuestra vida y para nuestra
familia. 
 



Escrito
por Pastor Gonzalo Sanabria.

Te invito a leer: Confía en Dios aunque los tiempos sean difíciles.

.


Sermón: Toda la gloria le
pertenece a Dios. 
 



La palabra de Dios nos enseña
en la Segunda Carta a los Corintios “Pero tenemos este tesoro en vasos de
barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros”, 2 Corintios
4:7. 
 



Por lo general, una de las
evidencias del nuevo nacimiento, es el gran deseo que surge con mucha fuerza en
nuestro corazón por servir a Dios, y con gran pasión empezamos a hacer cosas
para él. En este marco debemos tener en cuenta un fundamento esencial que nos
enseña el texto de hoy: 2 Corintios 4:7. 
 



Al observar con detalle este versículo
podemos considerar por lo menos, tres frases significativas en el: 
 



1) La expresión: “éste tesoro”,
es una frase con la que el apóstol Pablo se refiere en contexto al ministerio, aquel
privilegió de servir al Señor, y él destaca lo valioso y precioso que es, por
tanto, debe ser conservado con sumo cuidado, recordando que es una riqueza que
Dios entrega en esta tierra.   
 



2) Esta segunda frase: “vasijas
de barro”, es una expresión con la que el apóstol Pablo hace referencia a las
personas que llevan el ministerio, destacando su humanidad (es decir, sus naturales
debilidades, los errores, su humana fragilidad, entre otras cosas similares), y
por lo tanto, su necesidad de depender de Aquel que los llamó, pues una vasija
de barro no es fuerte en sí misma, es fuerte en Dios mismo.
 



3) Y en tercer lugar con la frase:
“la excelencia del poder sea de Dios y no de los hombres”, nos recuerda el apóstol
Pablo que los dones del Señor son sobrenaturales, especiales, y por tano con
ellos debemos dar gloria a Dios.
 



La palabra “excelencia” aquí
traduce también “grandeza extraordinaria”, grandeza que Dios deposita en sus
hijos conforme a Su voluntad, es algo que sobrepasa nuestro entendimiento, son
dones maravillosos que Dios concede por su gracia.  
 



Es muy importante, tener
siempre presente que el apóstol Pablo por el Espíritu Santo nos enseña que esa
excelencia es de Dios, para la gloria de él y no para los hombres. Precisamente,
es por esto que los siervos de Dios debemos tener en cuenta que somos vasijas
de barro, y que el alfarero y dueño es el Señor. Toda la gloria es de él.  
 



No olvidemos nunca, que es
por la gracia de Dios en Cristo que hoy tenemos salvación, y que tenemos el
privilegio de participar de Su obra. La excelencia de Su poder, de la que hemos
hablado, se manifiesta con mayor resplandor en aquellos que con corazón manso y
humilde, procuran que el nombre de Dios sea exaltado, pues al fin y al cabo,
todo es de él y para su gloria.
 



Escrito por Pastor Gonzalo
Sanabria.

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Sermón: Con su poder Dios nos
da libertad. 
 



La palabra de Dios nos dice
en el Libro de Éxodo: “Después Moisés y Aarón entraron a la presencia de Faraón
y le dijeron: Jehová, Dios de Israel dice así: Deja ir a mi pueblo a celebrarme
fiesta en el desierto” Éxodo 5:1 



Después de ser llamado por
Dios, Moisés empieza su labor acompañado de su hermano Aarón. Debemos tener en
cuenta que Moisés debe enfrentar un antiguo temor, pues cuarenta años atrás,
había salido huyendo de Egipto y de Faraón, pero ahora Dios lo envía revestido
de poder, autoridad y milagros poderosos. 
 



Este desafío para Moisés nos
enseña y recuerda que para servir al Señor y vencer nuestros temores, no es
suficiente con nuestros deseos y anhelos, se requiere del poder de Dios y de su
compañía con nosotros. 
 



Para aquel tiempo la nación
de Israel ha vivido la esclavitud egipcia por cuatrocientos años, y el Señor
demanda la liberación de su pueblo para que le rinda culto, por eso el Señor
dice en Éxodo 4:22-23 
 



“Por tanto, tú le dirás de mi
parte al faraón: Israel es mi primogénito. Ya te he dicho que dejes ir
a mi hijo para que me rinda culto”, esto nos recuerda que con suma dificultad
se puede rendir culto al Señor en una condición de cautiverio.  
 



Concluimos
entonces, que nuestro espíritu debe ser liberado del dominio de las tinieblas y
vivificado por el Señor Jesucristo, para levantarse, adorar y servir al Señor. A
veces nuestro culto a Dios debe superar diversas adversidades y obstáculos: 
 



1) Temores (cómo los tenía Moisés),



2) Una mentalidad escaza y
conformista (como la de los hebreos en aquella esclavitud),



3) Complejos y resentimientos (como
por ejemplo, la falta de perdón),



4) Muchas ocupaciones y exceso de
negocios,



5) Una vida que anhela con
nostalgia su pasado.



Como podemos ver en este
pasaje bíblico el deseo de Dios es que Su pueblo le “celebre fiesta en el
desierto”. Aquí la palabra “fiesta” significa: celebración cultica o solemne.
Entonces, el Señor espera una celebración en honor a él, el desea que sus hijos
se gocen en su presencia. 
 



Es muy interesante ver además,
que el escenario escogido es el desierto, el cual indica o representa soledad,
dificultad, dureza, escasez y ausencia, pero al recordar las manifestaciones
sobrenaturales del Señor en aquel difícil lugar, vemos que fue un espacio
elegido por Dios para revelar Su gloria y poder a su pueblo.     
 



Conclusión: Dios es bueno, soberano y todopoderoso, debemos acercarnos a
él, pues con Su poder es quien quebranta las cadenas y los obstáculos que
estorban e impiden nuestra comunión, adoración y servicio a él.  
 



Escrito por Pastor Gonzalo
Sanabria.

Te invito a leer: Dios hará cosas sorprendentes 

.

Prédica: Dios te fortalece en tiempos de debilidad.  

 

 

 


Predica: En Dios está nuestra fortaleza.

 

 

 


Sermón: El Espíritu Santo transforma
nuestra manera de hablar



La palabra de Dios nos enseña que el Espíritu
Santo se mueve de maneras poderosas, y también de modo particular, y muchas
veces transforma de manera imperceptible cada uno de nuestros corazones. Una de
las cosas que empieza a suceder es que él transforma nuestra manera de hablar,
él cambia las palabras de nuestra boca.   
 

En la palabra de
Dios podemos leer en el Evangelio según San Lucas 1:41-42 “Cuando Elisabet oyó
el saludo de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del
Espíritu Santo,
 y exclamó a gran
voz: "¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!”.
 



Respecto a la manera de hablar que
provoca el Espíritu Santo en nosotros, podemos ver aquí, por ejemplo, el caso
de Elisabet, ella fue la esposa de Zacarías el sacerdote y madre de Juan el bautista. 
 



El nombre “Elisabet” quiere decir “Dios es mi plenitud”. Significa que nos
recuerda que nuestro corazón sólo está en paz y con gozo cuando se rinde a la
voluntad y a los tiempos de Dios.   
 



Como nos dice el pasaje bíblico, Elisabet
recibe la visita de María y él bebe que estaba en su vientre (para aquel
momento, Elisabet tenía seis meses de embarazo) saltó y su madre en aquel
instante, fue llena del Espíritu Santo y “exclamó” nos dice la Escritura. 
 



Es muy interesante, recordar aquí que
en el Libro de los Hechos cuando el Espíritu Santo venía sobre un grupo o sobre
una persona, ésta hablaba en lenguas, profetizaba o alababa al Señor, lo que
nos muestra que una de las obras del Espíritu Santo es cambiar la manera de
hablar o de expresarse del hijo de Dios.   
 



Siendo conscientes de que el Señor
anhela lo mejor para cada uno de sus hijos, debemos entonces hablar palabras de
fe, palabras correctas y edificantes. Permitamos al Espíritu Santo ministrar cada
corazón, y demos lugar a la obra del Espíritu de Dios y con seguridad todo será
diferente. Él mismo hace su poderosa obra en cada corazón. 
 



Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria. 

Te invito a leer: Dios hará cosas sorprendentes 

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