La función de la conciencia

Introducción: (Predicaciones escritas). Es muy importante dedicar tiempo para conocernos más a nosotros mismos. Sobre todo aquellas áreas o secciones de nuestro ser que son intangibles. 

Es necesario conocer nuestro espíritu, y una parte esencial es nuestra conciencia, allí Dios obra de manera maravillosa…    

Predica: La función de la conciencia. 

Juan 8:7-9 “les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella… ellos al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros, y quedo solo Jesús, y la mujer que estaba en medio”.

  

Comentario: El contexto de éste versículo nos enseña que los escribas y fariseos trajeron una mujer sorprendida en adulterio. Nos dice la Biblia que era para tentar a Jesús y poder acusarle luego. Según la ley debía apedrearse a tales mujeres, ellos querían saber que haría el Señor.    

La respuesta del Maestro los sorprendió y vemos el efecto de sus palabras, cosas que debemos mirar al detalle:

a) En primer lugar ellos escucharon las palabras de Jesús, y “acusados por su conciencia” es una frase en la que podemos ver el tremendo poder que tiene la palabra de Dios para redargüir el corazón humano.

  

b) La palabra conciencia se traduce del término griego “elenjo” que además significa: convencer, mostrar la falta, poner en evidencia. La conciencia es la virtud (dada por Dios) del espíritu humano en donde la persona es reprendida o corregida por lo malo que hace o piensa hacer. Es un componente en toda persona cristiana o no.

c) “Acusados por su conciencia, salían uno a uno”, vemos que las palabras de Jesús pusieron en evidencia el pecado de ellos y por tanto no tenían ninguna autoridad para juzgar a aquella mujer. La Biblia nos añade un detalle pues dice: “comenzando desde los más viejos hasta los postreros” los mayores eran guías, modelos, ejemplo a seguir y al ser ellos los primeros pues los demás los siguieron.

d) La Biblia dice: “desde los más viejos hasta los postreros” éstos postreros no son jóvenes en edad, el término griego hace referencia a los que estaban más distantes o lejos de la mujer. Mientras que la palabra griega usada para viejos es “presbuteros” que significa: anciano; miembro del sanedrín israelita; antiguo.

Hablamos de personas con experiencia, mayores de edad, servidores de Dios, conocedores de la palabra del Señor. Entonces no podemos pensar que porque hacemos algo para Dios es por nuestra dignidad, todo es por la gracia en Cristo Jesús. Pablo lo dijo: “Por la gracia de Dios, soy lo que soy”.         

¿Qué sucede cuando quedamos a solas con Jesús? Juan 8:10-11.

“Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más”.

Comentario: Podemos reflexionar en varias acciones que hace aquí el Señor:

a) Jesús nos libera de la acusación propia y de extraños.

b) Él Señor nos salva de la condenación presente y eterna.

c) Jesús nos escucha. El Maestro le preguntó “¿Dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?” y ella le respondió: “Ninguno, Señor”. Es seguro que Jesús sabía que todos se habían ido, pero aun así le preguntó. Él quería escucharla. Ella no dijo más cosas, tampoco se justificó ni se defendió, su silencio aceptaba su culpa.

  

d) Jesús transforma nuestro corazón para no vivir más como antes, el Señor le dijo: “Ni te condeno, vete, y no peques más”. Jesús estaba libre de pecado pero no lanzó ninguna piedra, él no estaba interesado en que ella fuera apedreada, sino restaurada. Aquella mujer no salió corriendo detrás de escribas y fariseos, ella se quedó esperando las palabras del Maestro.

Jesús perdonó a la mujer y ella fue transformada. Nadie que entre en la presencia de Dios saldrá igual, pues la gloria del Señor transforma el corazón humano.   

Conclusión: Jesús siempre esta con los brazos abiertos para recibir al corazón que reconoce su condición y necesidad. Jesús tiene el poder para restaurar y transformar a aquella vida que se dispone para él.     

Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria. 

Te invitamos a leer: "DIOS TE BENDICE". 

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