Jesús cambia las cosas

Introducción: (Predicaciones). Los problemas o dificultades sobre todos aquellas que se hacen extensas en el tiempo tienen la capacidad de apagar la esperanza y debilitar la fe, sin embargo la Biblia nos enseña que son aquellos que perseveran en la fe quienes logran no sólo la victoria sobre su dificultad, sino grandes conquistas de bendición para su vida… 

Predica: Jesús cambia las cosas. 

La ciudad de Capernaúm se convirtió en morada de Jesús (Mateo 9:1)

“Entonces, entrando Jesús en la barca, pasó al otro lado y vino a su ciudad”. Ésta ciudad al examinar el contexto de éste pasaje vemos que es Capernaúm.
                    

 Comentario 1: El texto bíblico nos dice que Jesús “vino a su ciudad” esta era para aquel entonces la ciudad de Capernaúm, la cual el Señor había escogido como residencia al volver de sus giras evangelísticas. Él había travesado el mar de Galilea por eso nos dice “entrando en la barca pasó al otro lado” y llegó a Capernaúm.

Comentario 2: Es muy importante tener en cuenta de donde venía el Señor. Mateo 8:28-33 nos dice que Jesús había estado liberando a dos endemoniados gadarenos y aquellos demonios al salir cayeron sobre un hato de unos dos mil cerdos los cuales se lanzaron al mar por un despeñadero y perecieron.

Los habitantes de Gadara le pidieron a Jesús que se fuera de su tierra: Mateo 8:34 “Y toda la ciudad salió al encuentro de Jesús; y cuando le vieron, le rogaron que se fuera de sus contornos”. Que gran equivocación, ellos no vinieron a adorarlo sino a pedirle que se fuera de su tierra.  

Comentario 3: Recordemos también que los habitantes de Nazaret lo habían echado de su ciudad. Entonces Gadara y Nazaret le dijeron a Jesús “vete de nuestra tierra” y él vino a morar a Capernaúm. Como resultado de su presencia allí en Capernaúm ocurrieron un 30 por ciento aprox. del total de sus milagros, lamentablemente la ciudad tampoco se arrepintió, Cristo mismo anunció su ruina (Mt. 11:23).

Por eso no basta con recibir milagros y bendiciones de Dios, es necesario rendir todo el corazón al Señor. Buscamos a Dios no sólo por su provisión o protección, sino porque hemos reconocido que es la fuente de la vida y origen de todo. Lo más precioso del Señor no son sus bendiciones, sino su presencia misma, la cual transforma todas las cosas.     

Conclusión: La presencia de Dios debe ser valorada, acogida, amada, cuando su presencia es menospreciada entonces ésta se retira. A donde Jesús llega hay milagros, transformaciones, liberaciones, salvación y sanidad, pues su presencia lo cambia todo.  

Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria. 

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