El miedo genera espejismos.

Introducción: Sin duda la fe no sólo agrada a Dios, sino que nos fortalece e impulsa para hacer grandes cosas para el Señor. 

Por eso el capítulo once de Hebreos nos describe una y otra vez aquellas cosas poderosas que los hombres de Dios lograron, pero cada versículo comienza diciendo: “Por la fe…”. 

Entonces debemos rechazar toda incredulidad y temor, y más bien avanzar por la fe en Cristo…

  

Predica: El miedo genera espejismos. 

Génesis 33:4 “Pero Esaú corrió al encuentro con su hermano Jacob y le abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó y lloraron”.

Comentario: Un espejismo es una ilusión óptica, se ve por ejemplo cuando una persona está en el desierto y cree ver a lo lejos un lago, pero en realidad no hay tal. El miedo genera o produce espejismos, es decir la persona ve desgracias y fracasos donde en verdad no los hay.

Algunos ejemplos son: Miedo a ser padres, miedo al matrimonio, miedo a meterse con el Espíritu Santo y fluir en sus dones, miedo a ser usados por Dios, etc. Jacob pensó que su hermano sólo pensaba en tomar venganza de él, pero esto ya no era así. La relación entre Jacob y Esaú había quedado rota veinte años atrás.   

Jacob creía que su hermano al verlo vendría a matarlo, pero en realidad lo abrazó, y lo besó, y ambos lloraron. Dios se encargó del asunto, y trabajó en el corazón de ambos.

Jacob vivió un maravilloso encuentro con su hermano y toda su familia. Al ver como Jacob vino a vivir donde Dios le dijo, vemos que el plan divino se cumple cuando decidimos caminar en pos del Señor y permitimos su obra en nuestro corazón.        

Quizá debemos reconocer ciertos obstáculos que están impidiendo nuestro caminar, o temores que como dice la Biblia son como ataduras o lazos que nos impiden avanzar hacia los planes de Dios para nuestra vida. Hablemos con Dios no sólo para decirle nuestros temores sino para renunciar a ellos en el poderoso nombre de Jesús.   

Conclusión: Tal vez en nuestros compromisos hemos fallado al Señor, y eso genera temor de volver a intentarlo, pero el tiempo es ahora, es decir debemos hablar con Dios y retomar en él lo que hemos descuidado o abandonado.

Dios ha dicho: “yo estaré contigo” entonces podemos confiar en su cuidado y poder. Dios ministró a Jacob y lo sacó de su condición de temor y angustia, y Jacob vivió la bendición. Jesús también quiere ministrar tu corazón ahora y llevarte al destino que te ha preparado. 

Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria. 

Te invitamos a leer: "JESÚS PUEDE CAMBIAR LAS COSAS". 

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Predicaciones escritas. El miedo genera espejismos. Predicas cristianas.  .