Introducción: Uno de los
nombres de Dios es “Jehová de los ejércitos” lo que nos deja ver que él es
guerrero, y que somos parte de su ejército. La Biblia nos enseña que tenemos
una batalla espiritual, Jesucristo nos hado las armas para vencer y es necesario
ejercitarnos para mantener la actitud correcta frente a esta realidad.
En él avanzamos en victoria, pues está escrito “las puertas del hades no prevalecerán contra mi iglesia”…
En él avanzamos en victoria, pues está escrito “las puertas del hades no prevalecerán contra mi iglesia”…
Predica: Ten fe, Dios te ayudará.
Debemos
tener presente una verdad espiritual: somos soldados del ejército de Dios.
Nos
dice 1 Crónicas 20:5 “Volvió a levantarse guerra contra los filisteos; y
Elhanán hijo de Jair mató a Lahmi, hermano de Goliat geteo, el asta de cuya
lanza era como un rodillo de telar”.
Es muy
interesante la frase con la que empieza el versículo de hoy: “Volvió a
levantarse guerra”. La mayoría de otras versiones indican “hubo guerra de nuevo
contra los filisteos”. Pues esto nos recuerda que el enemigo no queda inactivo
por haber perdido una batalla anteriormente, él vuelve y lo intenta.
Cuando
Jesús venció al tentador en el desierto, la Escritura nos dice que “el diablo
se apartó de él por algún tiempo” lo que de manera implícita nos está diciendo
que posteriormente el tentador volvió y lo tentó, por ejemplo a través de los escribas
y fariseos quienes nos dice la Biblia con preguntas tentaban al Señor.
A
medida que estos gigantes se levantaban, los soldados del ejército de David no
sólo se hacían más fuertes, sino que se volvían diestros y expertos en derribar
gigantes, entonces los gigantes que un día mantenían con gran temor a Israel,
ahora le temían al pueblo de Dios.
Las
pruebas y situaciones difíciles en nuestra vida nos ayudan a madurar y hacernos
más fuertes, nuestra fe en Dios crece y así podemos avanzar por cosas mayores.
Recuerda el hierro es forjado al fuego.
La
Biblia nos dice que Dios levantó a Elhanán quien derrotó al gigante Lahmi,
quien era hermano de Goliat. Éste tenía una gran lanza igual a la de su
hermano, con la que quería infundir miedo, pero Elhanán fue a combatir con fe,
como lo hizo David, y así triunfó. Todo aquel que confía en Dios nunca será
avergonzado.
Conclusión: Siempre el poder de
Dios estará disponible para todo aquel que cree. A Dios le agrada que sus hijos
confíen en él. Su mano poderosa siempre está presta y atenta para socorrer a
los suyos, él tiene cuidado de ti.
(Escrito por pastor Gonzalo Sanabria).
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