Un corazón humilde acepta la enseñanza

Introducción: Por orgullo o por autosuficiencia podemos entrar en tiempos muy duros en nuestra vida, pues la soberbia es mala consejera. 

La Biblia nos dice que Dios mira de lejos al altivo, pero da gracia al humilde; entonces la humildad de corazón es una virtud que nos impulsará a grandes bendiciones en Cristo. La humildad de corazón nos permite asimilar con mayor facilidad la enseñanza divina, y por tanto el avance es más rápido… 

Predica: Un corazón humilde acepta la enseñanza.  

Agar fue al desierto por menospreciar a su autoridad terrenal. Génesis 16:4-7

“Y Abram se llegó a Agar, la cual concibió; y cuando vio que había concebido. Miraba con desprecio a su señora… Y como Sara la afligía, ella huyó de su presencia”.

Abraham y Sara, equivocadamente, deciden que él habría de tener un hijo con la sierva Agar, al nacer el niño, la sierva miraba con desprecio a Sara su señora, versículo cuatro (Una traducción puede ser: “fue poca cosa su señora ante sus ojos”).

La palabra hebrea usada aquí para despreciar, también significa “maldecir” entonces quizá no sólo se trataba de una mirada con desprecio, sino de palabras que mostraban el menosprecio por su señora.

Esta actitud creó diferencias entre las dos, y Agar huye al desierto. Vemos pues que no fue Dios quien le envió allá, sino que ella escogió ir a ese lugar. El orgullo, la soberbia de corazón y la rebelión ante las autoridades nos introducen al desierto.

Dios establece autoridades en la tierra, y la mejor manera de desarrollar obediencia al Señor es obedeciendo a las autoridades terrenales. Pues sí no obedecemos al que vemos ¿Cómo obedeceremos al que no vemos?

  

¿Qué debemos hacer ante esta situación? Es decir cómo debemos actuar cuando hemos entrado en una etapa de desierto en nuestra vida.     


    

Solución: Génesis 16:7-9

“Y la halló el ángel de Jehová junto una fuente de agua en el desierto… y le dijo el ángel de Jehová: Vuélvete a tu señora, y ponte sumisa bajo su mano”.

Es muy interesante ver que el ángel de Jehová (Jesucristo el Señor antes de nacer en Belén) se le aparece a Agar para aconsejarla, pues Dios no desampara a sus hijos aunque estén en un desierto. Entonces confía en medio del desierto, Dios te ayudará.  

El Señor le dice: “Vuélvete a tu señora, y ponte sumisa bajo su mano”. Entonces Agar debe regresar y someterse a Sara, de esta manera el desierto quedaría atrás y Agar entraría en bendición. La humildad de corazón nos ayuda a salir del desierto.

Conclusión: Dios siempre nos está enseñando, y la humildad debe ser una virtud en nuestro corazón, pues ésta hace la enseñanza más fácil de asimilar. Cuando rendimos nuestro corazón al Señor y hacemos su voluntad, todas las cosas son más fáciles.    




(Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria).  

Te invitamos a leer el sermón: "EL MIEDO GENERA ESPEJISMOS". 

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