Introducción: Es necesario
dar al Señor la honra y el reconocimiento debido, pues todas las cosas vienen
de él. Por eso es necesario adorar su nombre, adorarlo con la mejor alabanza
que es sin duda una vida de obediencia. Demos a Dios el primer lugar en nuestra
vida y seremos testigos de sus bendiciones…
De Dios vienen nuestras bendiciones.
Es fundamental reconocer que es Dios quien nos bendice. La
Biblia nos enseña en Santiago 1:17 que “Toda buena dadiva, o regalo, o
bendición y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en
el cual no hay cambio, ni sombra de variación”.
Es Dios quien nos da las capacidades y virtudes para
desarrollar una empresa, ejercer una profesión u oficio, emprender un negocio,
etc; todo viene de Dios, y por eso es necesario reconocer que él es el dador de
todas las cosas que tenemos y que podemos llegar a tener.
En Éxodo 34:18-20 la
Escritura nos dice: “La fiesta de los panes sin levadura guardarás… en el
tiempo señalado del mes de Abib; porque en el mes de Abib saliste de Egipto… y
ninguno se presentará delante de mí con las manos vacías”.
Aquí la Biblia nos habla de la fiesta de los panes sin
levadura, celebrada en el mes de Abib, porque en aquel mes Israel salió de
Egipto. Entonces ésta fiesta estaba relacionada con la liberación de la
esclavitud egipcia.
La levadura hace referencia al pecado y a la hipocresía, cosas de las cuales debemos despojarnos, para alabar al Señor quien nos ha hecho libres.
La levadura hace referencia al pecado y a la hipocresía, cosas de las cuales debemos despojarnos, para alabar al Señor quien nos ha hecho libres.
Dios estableció siete fiestas en el año para el pueblo de
Israel, distribuidas en tres grandes peregrinaciones anuales. Mediante éstas
fiestas los israelitas reflexionaban en la bondad de Dios y recordaban que eran
pueblo santo del Señor.
Estas fiestas demandaban del judío sesenta y siete días del año en los que debía entregarse al culto a Dios, y fortalecer así la comunión con el Señor.
Estas fiestas demandaban del judío sesenta y siete días del año en los que debía entregarse al culto a Dios, y fortalecer así la comunión con el Señor.
Estas tres grandes peregrinaciones estaban relacionadas
con tres grandes cosechas así:
La fiesta de la Pascua = cosecha de la cebada.
La fiesta de Pentecostés = cosecha del trigo.
La fiesta de los Tabernáculos = cosecha de la uva
(vendimia).
En cada una de estas fiestas el israelita presentaba sus
primicias, por eso el texto en la parte final del versículo veinte nos dice:
“Ninguno se presentará delante de mí con las manos vacías”.
Todas las familias estaban recibiendo los primeros frutos de las diferentes cosechas. Sin duda el objetivo era reconocer que todo viene de Dios, él es quien nos bendice. Motivados por la gratitud al Señor presentaban sus ofrendas.
Todas las familias estaban recibiendo los primeros frutos de las diferentes cosechas. Sin duda el objetivo era reconocer que todo viene de Dios, él es quien nos bendice. Motivados por la gratitud al Señor presentaban sus ofrendas.
Conclusión: Es
muy importante mantener claro cada día que es Dios quien nos bendice, y que
separados de él nada trascendente e importante haremos. Si honramos al Señor
con nuestra vida, él también derramará bendiciones en abundancia. Demos a Dios
el primer lugar y la bendición será el resultado.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
Te invitamos a leer: "DIOS NUNCA NOS DEJA SOLOS".
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