Introducción: Dios creó los cielos y la tierra con el poder de su palabra. También a nosotros nos ha delegado poder en los dichos de nuestra boca, por eso con responsabilidad debemos hablar bien y declarar con fe sus poderosas palabras.
Finalmente cosecharemos lo que salga de nuestra boca, entonces hablemos correctamente pues somos nosotros los primeros beneficiados, las palabras de maldición sólo maldición producen, mientras que las palabras de vida, vida en abundancia nos darán…
Honremos a Dios con nuestras palabras.
Es muy importante rendir nuestra boca a Dios.
Nos dice la Biblia en Santiago 3:7-9
“Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y
de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza
humana; pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede
ser refrenado, llena de veneno mortal. Con ella bendecimos al Dios y Padre, y
con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios”.
En el versículo siete Santiago utiliza ejemplos
de la vida normal y natural para conducirnos a
verdades espirituales. Explica que muchos animales han sido domados o
controlados por el hombre (incluye Santiago a las serpientes), en contraste (según
el versículo ocho) con la lengua, la cual es rebelde y contiene veneno mortal.
Debemos recordar que la serpiente es figura del
diablo en la Biblia, tiene el veneno mortal en su boca, y fue mediante palabras
que la serpiente engañó a Eva en el Edén. Cuando no rendimos nuestra boca a
Dios, es el infierno quien la impulsa y su veneno mortal es lanzado
continuamente para dañar a las personas, y con frecuencia a los seres amados
que nos rodean.
En un momento dado podemos prestar nuestra boca
al infierno para mentir, engañar, decir cosas falsas, ofender, lastimar o herir
a otros con nuestras palabras, recordemos que “hay hombres cuyas palabras que
son como golpes de espada; más la lengua de los sabios es medicina” Proverbios
12:18.
El versículo nueve nos enseña un gran contraste
que vive nuestra boca, pues puede ella bendecir a Dios y maldecir a los
hombres, quienes son semejanza de Dios. Entonces el veneno mortal de la
serpiente consiste en maldecir lo que Dios ha bendecido, pues cuando el Señor
creó al hombre nos dice la Biblia que lo bendijo, Génesis 1:27-28 “Y creó Dios
al hombre a su imagen… varón y hembra los creó, y los bendijo Dios”.
Conclusión:
El objetivo del infierno es maldecir para dar rienda suelta a la maldad y
destrucción en la tierra, nosotros como embajadores de Dios en la tierra
debemos bendecir para generar vida, bendición, restauración y salvación.
Hablemos declarando las bondades y poder del Creador.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
Te invitamos a leer: "DIOS NUNCA NOS DEJA SOLOS".
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Estos sermones de los últimos días en relación a nuestras palabras me han encantado. De la abundancia del corazón habla la boca. Pero es cierto q la lengua nos hace pecar mucho porque muchas veces el diablo nos tienta con ella y ofendemos a los demás. Muchas gracias pastor por instruirnos.
ResponderBorrarMuchas gracias Sara por apoyarnos mediante tus comentarios. Dios te bendiga.
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