Las promesas del Señor son ciertas

Introducción: Cuando transcurre el tiempo y no vemos la respuesta de Dios, o los resultados de aquello a lo cual nos dedicamos con fe y expectativa no son los mejores, podemos caer en la tentación de dudar o dejar de confiar en el Señor. 

Pero Dios todo lo hace bien y a su tiempo cumple su palabra... 

Devocional: Las promesas del Señor son ciertas.

Introducción: Dios no miente, él cumple sus promesas. Aunque a veces pasemos por tiempos difíciles, y de gran adversidad el Señor cumple lo que promete. Dios requiere de sus hijos confianza en sus palabras, los cielos y la tierra pasarán, pero Su palabra no pasará, ella permanece para siempre. Las promesas del Señor son verdaderas como él mismo, por eso podemos confiar en sus palabras.   

Las promesas del Señor son verdaderas y ciertas, son veraces como él mismo lo es. Por todas partes en la Biblia hallamos ésta declaración: Dios es bueno y fiel.

En su bondad no sólo cuida de su pueblo, sino que le ha revelado los principios de su reino para caminar en bendición. Ante el amor de Dios y sus bendiciones el corazón humano debe expresar su gratitud y adoración al dueño de todas las cosas.

Podemos ver en la Biblia al pueblo de Dios adorando al Señor en su templo por las bendiciones que él prometió y cumplió. En Deuteronomio 26:1-3 leemos:

“Cuando hayas entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da por herencia, y tomes posesión de ella y la habites, tomarás las primicias de tus frutos… e irás al lugar que Jehová tu Dios escogiere para hacer habitar allí su nombre. Y te presentarás al sacerdote… y le dirás: Declaró hoy a Jehová tu Dios, que he entrado en la tierra que juró Jehová a nuestros padres que nos daría”.  

El pasaje nos enseña que el pueblo de Israel al llevar sus primicias al templo en Jerusalén debía confesar la bondad y fidelidad del Señor. En ésta ocasión las primicias eran no sólo la muestra de la cosecha que vendría, sino una expresión de varias cosas:

a) Gratitud a Dios por su buena herencia al permitirles vivir en la tierra que fluye leche y miel. Entonces debemos dar gracias a Dios por todo lo que nos ha dado.

b) Exaltar la fidelidad de Dios, pues él les había entregado la tierra como lo había jurado antes. El Señor había cumplido su promesa fielmente.

 

c) Reconocían a Dios como Dueño y Señor, así como expresaban la consagración de sus vidas, familias y cosechas mediante una ofrenda de primicias.

La fidelidad de Dios no solo es evidente en las bendiciones que hasta aquí nos ha dado, sino en todas las bendiciones que están por venir. Obedecer a Dios, agradecer su fidelidad, seguirle y mantener un corazón generoso en cuanto a su obra siempre traerá cosecha de bendiciones.     


   

   

Conclusión: Dios es fiel, él no quebranta su palabra, es necesario avanzar en los principios del reino de Dios, creer en sus promesas y confiar en su bondad. Él ha planeado lo mejor para sus hijos. Por eso, adelante, él es tu proveedor y cumplirá lo que ha prometido.

Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria. 

Te invitamos a leer: "DIOS NUNCA NOS DEJA SOLOS". 

SUSCRÍBETE GRATIS y recibe nuestras actualizaciones en tu e-mail, HAZ CLICK AQUÍ  

.