Introducción:
Algunas veces nuestras capacidades o recursos son insuficientes, en otras
ocasiones vivimos impotencia ante situaciones que no podemos solucionar, pero
son duda estos tiempos más bien oportunidades para buscar a Dios y confiar en
su poder y soberanía, pues detrás de estas cosas el Señor encierra grandes
enseñanzas para nuestra vida. Podemos confiar en él, todo terminará bien…
Obedecer a Jesús nos trae muchas bendiciones.
Juan
21:4-6 “Cuando ya iba amaneciendo, se presentó Jesús en la playa; más los
discípulos no sabían que era Jesús. Y les dijo: Hijitos, ¿tenéis algo de comer?
Le respondieron: No. Él les dijo: Echad la red a la derecha de la barca, y
hallaréis. Entonces la echaron, y ya no la podían sacar, por la gran cantidad
de peces”.
La Biblia nos
dice que “Iba amaneciendo” por tanto su tiempo de pesca estaba a punto de
terminar y tenían las manos vacías. El Señor Jesús se aparece en la playa, pero
ellos no sabían que era él. Seguramente ellos ya daban por terminada su
jornada, su fracasada jornada de pesca, entonces lógicamente venían cansados y
desanimados.
El Señor les da instrucciones sobre lo que deben hacer (Jesús les dijo:
“Echad la red a la derecha de la barca”) y atraparon tantos peces que no podían
sacar la red del agua. Cuando seguimos el consejo de Dios los resultados
siempre serán excelentes.
Cuando decidimos obedecer al Señor por encima de nuestros propios
argumentos, su bendición superará nuestras expectativas. Ninguno de los
discípulos esperaba semejante pesca y menos a esa hora.
A veces grandes inversiones logran pocos resultados, es decir a veces
se invierte mucha fuerza, trabajo, dinero, tiempo, y los resultados son pocos.
En contraste cuando seguimos las instrucciones de Jesús los resultados siempre
serán poderosos y abundantes.
Podernos recordar aquí que cuando Dios sacó a Israel de Egipto su plan
fue llevarlos a la tierra de la abundancia, lamentablemente el pueblo una y
otra vez resistía las instrucciones divinas. Por esto el camino por el desierto
se hizo largo, muy largo, cuarenta años de hecho. El tiempo que debieron vivir
en la tierra de la abundancia, lo vivieron en el difícil desierto.
La voluntad de Dios es la bendición y bienestar de sus hijos, cada
etapa de nuestro caminar en la tierra encierra grandes enseñanzas, y sin duda a
lo largo de la vida la virtud más importante que debemos desarrollar es la
obediencia a Dios, y es precisamente ésta la que traerá los mejores
resultados.
Conclusión: Dios sabe cuándo actuar y cómo hacerlo, él todo lo hace bien y
perfecto en su tiempo. Es necesario rendir nuestro corazón al Señor Jesús, y
seguir sus instrucciones, cuando esto hacemos cosechar bendiciones será el
resultado.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
0 comments:
Publicar un comentario