Introducción: Hoy día hay muchísimos autores de libros, y libros muchos más. Hay para todos los gustos y necesidades; se considera que se escriben muchos artículos médicos cada día, tantos que el hombre no alcanza a leerlos, pero son sin duda interesantes, pues hablan de la salud del hombre. Hoy quiero hablarles de un libro único, no conocido en la tierra, su contenido es vital, es propiedad de Dios, pues lo llama “Su libro”…
El libro de
la vida
I. DEFINICIÓN:
Fil. 4:1-3.
A) Este
libro contiene los nombres de aquellos que por la fe en Dios y en su Hijo
Jesucristo, han alcanzado vida eterna.
Nota:
Observamos en el pasaje leído, que el vrs. 3 hace
referencia a creyentes en el evangelio, y se afirma: “cuyos nombres
están escritos en el libro de la vida”.
B) Es
un libro de naturaleza celestial.
Nota:
Por las condiciones del cielo mismo (me refiero a la
habitación de Dios) el material que lo compone es único. Es celestial también
porque está en el cielo y su escritura es única.
Así como hay lenguas celestiales, también hay escrituras celestiales, recordemos que Daniel tuvo que interpretar con la ayuda de Dios el mensaje escrito en la pared para el rey Belsasar.
Así como hay lenguas celestiales, también hay escrituras celestiales, recordemos que Daniel tuvo que interpretar con la ayuda de Dios el mensaje escrito en la pared para el rey Belsasar.
II. REQUISITOS Y BENEFICIOS DEL
LIBRO:
A) Fe
en el Cordero, Apoc. 21:27.
Nota: El
versículo nos enseña un nuevo título: “el libro de la vida del Cordero”, el
término Cordero nos recuerda el sacrificio y señala a Cristo, el cordero de
Dios que quita el pecado del mundo, y es “del Cordero” porque destaca que la fe
en él es el camino para que nuestro nombre sea inscrito allí.
Nota: El
contexto nos habla de la Jerusalén Celestial, la ciudad de Dios, y tener
inscrito el nombre en éste libro, garantiza el acceso a la ciudad, ciudad con
características únicas, pues es la morada de Dios…
B) Fidelidad a Dios, Apoc. 3:5-6.
Nota: Aunque
al comienzo el mensaje es dirigido a la iglesia de Sardis, luego se convierte
en un mensaje para todas las iglesias (vrs. 6). Según el vrs. 5 se requiere del
creyente que sea un vencedor (vencer el mundo y sus ofertas, el orgullo y el
pecado, el doble ánimo y al enemigo de nuestras almas con la ayuda de Dios), Dios
nos ha dicho que en él somos más que vencedores, y seremos recompensados con:
1. Vestiduras
blancas,
2. Nuestro
nombre permanecerá para siempre en el libro de la vida,
3. Nuestro
nombre será confesado por Cristo delante del Padre y sus ángeles.
La experiencia de Moisés, Éx. 32:31-33, nos
enseña varias cosas:
1. Moisés
tenía conocimiento del libro de Dios,
2. Sabía
que su nombre estaba escrito allí,
3. La
voluntad de Dios es que los hombres se salven, no que se pierdan.
Nota: Para
un nacido de nuevo hay seguridad de que su nombre no será borrado, pero si se
aparta de Dios, y vuelve a su vida antigua, la conclusión más probable es que no
había nacido de nuevo y necesita entregarle su vida de manera genuina a Dios.
III. EL LIBRO DE
LA VIDA Y EL GRAN TRONO BLANCO, Apoc. 20:11.
A) Éste acontecimiento es el juicio final.
Nota: El
color blanco nos habla de Su santidad, y el que la tierra y el cielo huyan de
delante del trono, indican el poder y solemnidad del momento. Todos los que vienen ante éste
trono, vienen a escuchar la sentencia final y condenatoria, ya no están delante
del trono de gracia sino ante el trono del juicio eterno.
B) Todos
los muertos comparecerán ante Dios, vrs. 12a.
Nota: La
frase “Todos los muertos” involucra a todos aquellos impíos desde los
antediluvianos hasta el tiempo futuro cuando Dios establezca Su reino en la
tierra. “Grandes y pequeños” indican: poderosos y débiles, ricos y pobres,
doctores y analfabetas, sin distinción de raza, ni color. “De pie ante Dios”
como un acusado cuando espera su sentencia.
C) En
el cielo hay varios libros y algunos contienen el pecado de los hombres, vrs.
12b-14.
Nota:
La frase “y fueron juzgados los muertos”, nos recuerda
que la muerte no cancela el juicio venidero. Estos pecados son aquellos que no
han sido perdonados, pues los hombres no se arrepintieron de ellos, no
aceptaron la sangre de Jesús para redención de sus pecados por cuanto no creyeron
en él.
Aunque todos los impíos (o inconversos) sufrirán la misma condenación,
serán diferentes los grados de condenación, por ej: Mat 23:14, ¡Ay de vosotros,
escribas y fariseos, hipócritas!
Porque devoráis las casas de las viudas, y como pretexto hacéis largas
oraciones; por esto recibiréis mayor condenación”.
Nota: Todos
cuyos nombres están inscritos en el libro de la vida, son salvos de la
condenación eterna (lago de fuego), y es una razón de sumo gozo para el
creyente, Jesús lo dijo, Lc. 10:17-20.
Nota: Desde la antigüedad era
costumbre anotar en un registro los nombres de los ciudadanos de una ciudad o
de un país, por eso decimos cédula de ciudadanía. Cuando nacemos de nuevo,
somos inscritos en el cielo como nuevos ciudadanos.
En ésta tierra estamos de paso, somos extranjeros porque somos del cielo;
por eso el apóstol Pablo dijo: “Mas nuestra
ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, a
Jesucristo nuestro Señor” (Fil. 3:20).
Conclusión: Dios
entregó su Hijo por ti, él ha planeado salvarte y bendecirte, él te ama, y
anhela que tú le seas fiel, porque él viene por Su iglesia, él viene por ti, tu
nombre debe estar escrito en el libro de la vida, no se borrará, sino que
permanecerá y un día entraremos a la Jerusalén celestial, y estaremos para
siempre con el Señor, demos gracias a Dios por habernos salvado.
Escrito por pastor Gonzalo Sanabria.
Te invitamos a leer:
Escrito originalmente para www.estudiosysermones.com Mensajesysermonesparapredicar.blogspot.com.co Autorizado para publicarse en Predicascristianasescritas.blogspot.com.co
-25-sep-20-11-Disco-D.
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