Introducción:
Cuando los vientos son recios, y las dificultades apremian podemos dudar por
momentos de la obra sobrenatural de Dios allí, pero el Señor sabe cuándo llegar,
él sabe muy bien qué hacer, lo que debemos hacer es fortalecer nuestra fe y
perseverar con la fuerza de Dios…
Predica: Dios es nuestra
fuerza.
“En
aquella misma hora aparecieron los dedos de una mano de hombre, que escribía
delante del candelero sobre lo encalado de la pared del palacio real, y el rey
veía la mano que escribía… el rey palideció, se turbó y se debilitaron sus lomos
y sus rodillas daba la una contra la otra… hizo venir a todos los magos,
adivinos y astrólogos… pero no pudieron leer la escritura ni mostrar al rey su interpretación”.
La intervención
divina no se hizo esperar ante los actos del rey Belsasar quien había tomado
los vasos sagrados del templo de Dios para beber vino y festejar, por eso
aparece una poderosa mano que escribe en la pared ante la luz del candelabro,
el rey y todos los presentes se llenaron de temor.
Belsasar manda a
llamar a todos los magos, encantadores y adivinos para interpretar lo que
aquella mano había escrito. Vemos aquí la fuerte influencia y práctica del ocultismo
en la vida del palacio real, así como en toda Babilonia.
Seguramente aquellos
magos y adivinos estaban allí porque habían demostrado algunos poderes de las
tinieblas, pues el diablo procura engañar siempre a las personas y alejarlos de
Dios.
Sin embargo nos
dice la Biblia que ellos “no pudieron leer la escritura ni mostrar al rey su
interpretación”, únicamente Daniel pudo interpretar ese mensaje pues sólo Dios
es Todopoderoso, en aquellos magos y adivinos operaban espíritus inmundos, pero
en Daniel operaba el Espíritu Santo de Dios.
La integridad
de Daniel fue su fortaleza (Daniel 5:13-17)
“Daniel fue traído delante del rey… quien dijo: Yo pues he oído de ti
que puedes dar interpretaciones y resolver dificultades. Si ahora puedes leer
esta escritura y darme su interpretación, será vestido de purpura, y un collar
de oro llevarás en tu cuello, y serás el tercer señor en el reino… entonces
Daniel dijo: Tus dones sean para ti, y da tu recompensa a otros. Leeré la escritura
al rey y daré su interpretación”.
La esposa del rey Belsasar le informa que hay un hombre de los judíos
cautivos que su padre Nabucodonosor consultaba, pues él tenía la habilidad para
interpretar sueños y enigmas. Entonces el rey Belsasar manda a traer a Daniel para
que interprete aquel mensaje, y sí lo hace, le promete vestirlo de purpura (color
real), un collar de oro y convertirlo en el tercer señor de su reino.
Sin
duda grandes privilegios para cualquier habitante de Babilonia o de otras
tierras, pero no para Daniel, veamos Daniel 5:17. El profeta de Dios no anhela
esos dones ni esos regalos, él no quiere aquellas riquezas ¿Por qué? Daniel sabía
que ellos estaban cometiendo profanación, es decir pisoteaban las cosas sagradas
de Dios, y de ninguna manera quería participar de eso.
Es muy interesante además
ver que el nombre Belsasar tiene dos significados básicos:
a) “Bel protege al rey”. Entonces el rey Belsasar
era un protegido por Bel o Baal, dios principal de los babilonios y cananeos. Quizá
al nacer fue consagrado a aquel ídolo. Por tanto promovía y protegía el culto a
Baal.
b) “Maestro del tesoro”. Uno que administra,
ama, preserva los tesoros. Al estar ligado a Baal, hablamos de tesoros de las tinieblas,
es decir aquellas riquezas manchadas de sangre, tesoros con maldiciones,
prosperidad sin Dios, falsas o pasajeras riquezas con las que el hombre es engañado
creyendo que en éstas está su felicidad.
Conociendo
todo esto, Daniel rechaza la oferta del rey Belsasar. Él no quiere esos
regalos, pues el profeta sabe que la verdadera bendición es la que viene de
Dios, y esa es la que permanece y no añade tristeza con ella.
Dios desea bendecir a sus hijos, pero de manera correcta. Finalmente Daniel leyó la escritura y la interpretó al rey, y como fue interpretada así se cumplió, aquella misma noche perdió el rey Belsasar su vida en manos de Darío el nuevo rey.
Dios desea bendecir a sus hijos, pero de manera correcta. Finalmente Daniel leyó la escritura y la interpretó al rey, y como fue interpretada así se cumplió, aquella misma noche perdió el rey Belsasar su vida en manos de Darío el nuevo rey.
Conclusión: Para Daniel Dios era su provisión y escudo, aunque
estaba en Babilonia él decidió ser fiel al Señor, y nunca fue decepcionado. Sigue
a Dios, no abandones su camino y él te honrará.
(Escrito por pastor Gonzalo Sanabria).
(Escrito por pastor Gonzalo Sanabria).
Te invitamos a leer el sermón: "DIOS ME AYUDA".
.
0 comments:
Publicar un comentario