Introducción: No importa la fuerza
del enemigo, ni el tamaño del gigante, ni la altura del obstáculo, Jesucristo
tiene el poder. Aunque en primera instancia aparezca el temor, ten presente
“Mayor es el que está en nosotros que el que está en el mundo”...
Predica: Jesucristo tiene poder sobre todas las cosas.
Nos dice la Biblia en Mateo 8:2-3 “En
esto se le acercó un leproso y se postró ante él, diciendo: Señor, si quieres
puedes limpiarme. Jesús extendió su mano y lo tocó, diciendo: Quiero, sé
limpio. Y al instante su lepra desapareció”. Sin duda un milagro de gran
testimonio en el ministerio de Jesús.
Nos dice la Escritura que venía Jesús
a quien le seguía mucha gente, y de pronto se le acercó un leproso. Lo hizo
porque reconoció que sólo en Jesús estaba su milagro y respuesta, él creyó en
el poder que estaba sobre el Señor. Hay varias acciones aquí en las que debemos
meditar.
En primera instancia aquel leproso decidió
con firmeza acercarse a Jesús, pues esto significaba un probable rechazo por
parte de la multitud (por su lepra) y aún por el mismo Maestro, pues la ley
prohibía tocar a alguien en ese estado, ya que quedaba ceremonialmente impuro.
Pero esto no fue problema para Jesús pues su poder está por encima de toda
impureza o enfermedad.
En segundo lugar nos dice el texto
que aquel leproso “se postró ante Jesús” expresión que nos deja ver su
humillación ante el Señor, rinde con su actitud adoración y honra a Dios, con
su corazón humilde reconoce su pobre condición en contraste con el poder,
grandeza y señorío de Jesucristo. En éste leproso opera el principio de que
Dios exalta al que se humilla en su presencia.
En tercer lugar vemos que le rogó al
Señor por su sanidad. La Biblia no nos dice cuanto tiempo llevaba así, quizá
muchos años; él anhelaba con todo su corazón ser libre de aquella aflicción y
clama a Jesús desde lo profundo de su corazón, y aquella oración tocó el
corazón del Señor quien actúa consecuente con su amor, bondad y poder.
Ahora reflexionemos en las acciones
del Señor Jesús. Vemos que en primer lugar él escuchó el clamor de aquel hombre
lleno de lepra. No lo rechazó ni fue indiferente a su dificultad, así es
nuestro Dios; cuando clamamos, él nos oye y con ternura y amor nos escucha y
atiende.
También nos dice el texto que “Jesús
extendió su mano y lo tocó”. La mano del Señor nos habla de la protección,
provisión y obra sobrenatural de Dios, por ejemplo cuando Esdras viajaba de
Babilonia a Israel oró a Dios pidiendo protección y bendición, y la Biblia nos
dice que “La mano de Jehová Dios estaba sobre Esdras… y sobre el pueblo” Esdras
7:6,9 y 8:18,31. Un toque de Jesús transforma nuestra vida, su toque sana,
transforma y restaura a todo aquel que a Dios se acerca.
Jesús dijo: “Quiero, sé limpio”.
Expresión que nos muestra la voluntad de Dios para sus hijos: sanidad,
salvación, liberación, restauración y la limpieza de nuestros pecados por la
sangre derramada en la cruz del calvario. La Biblia nos añade “Al instante su
lepra desapareció” vemos pues el impacto del poder y presencia de Dios sobre
toda adversidad, en éste caso sobre la lepra.
La expresión “al instante” nos
permite concluir que nada es difícil para Dios, pues aquella lepra
inmediatamente desapareció, su piel quedó libre de aquel azote, la aflicción
que lo oprimió por años ahora se había ido. Ese fue el resultado estar en la
presencia de Jesús, fue la respuesta al clamor sencillo pero genuino y con fe
en Dios.
Conclusión:
Todo es posible para Dios, no hay problema más fuerte que el poder del Señor,
ni obstáculo más grande que la gloria de nuestro Dios. Por eso acércate a Dios,
confía en su poder y cuidado, él actuará a tu favor.
Escrito por pastor Gonzalo Sanabria.
Te invitamos a leer el sermón: "DIOS NOS ENSEÑA CÓMO PROTEGER LA FAMILIA".
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