Sermón: Dios
es fiel y cumple su palabra. Nos
dice la palabra de Dios en Génesis 21:1-2 “Visitó Jehová a Sara, como había
dicho, e hizo Jehová con Sara como había hablado. Y Sara concibió y dio a
Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que el Señor le había dicho”.
1) Lo
primero que debemos destacar es el privilegio de Sara pues la Escritura nos
dice: “Dios la visitó”, esto fue, sin duda, algo extraordinario en su vida,
pues Dios mismo vino a ella.
Debemos destacar que en la actualidad los
hijos de Dios somos templo del Espíritu Santo, y debemos procurar más que una
“visitación”, debemos fortalecer una relación íntima y constante con el
Espíritu de Dios.
2) En
segundo lugar y ante esta verdad, ser nosotros templo del Espíritu Santo, es
necesario y vital que anhelemos estar con el Consolador, tanto como él anhela
estar con nosotros, es por eso que la Epístola de Santiago nos dice: “¿O
pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en
nosotros nos anhela celosamente?” Santiago 4:5.
Lamentablemente, creo que por diversas razones,
ocupaciones, motivos o actividades nuestras, ese anhelo del Espíritu Santo
hacia nosotros no es correspondido de igual manera. Por lo general nos dejamos
llevar por la vida y sus afanes.
3) En
tercer lugar el pasaje bíblico nos dice que el Señor hizo esto “como había
dicho… como había hablado”, entonces como Dios lo prometió así lo hizo. El Señor
cumple fielmente sus promesas.
Seguramente todos nosotros hemos vivido en
algún momento de nuestra vida la decepción, la tristeza o el dolor, ante el
incumplimiento de promesas que otros nos han hecho; pero cuando se trata de las
promesas de Dios, podemos estar tranquilos y seguros, pues Dios no miente, ni
se retracta, nunca falla, él cumple sus promesas, en él no hay cambio ni sombra
de variación, es decir, nunca en él se hallará el más pequeño margen de error.
4) En
cuarto lugar, como nos enseña la palabra de Dios Isaac nace en la vejez de
Abraham y Sara. Debemos recordar aquí que ambos se habían reído cuando Dios les
hizo ésta promesa, pues eran de edad avanzada y Sara era estéril.
Y precisamente en este marco de adversidades o
factores en contra, fue cuando Dios les preguntó: “¿hay alguna cosa difícil
para Dios?” (Génesis 18:14), y por supuesto la respuesta es una sola: “No, no
hay nada difícil para Dios”. Todo es posible para el Señor.
Quizá tengamos que enfrentar en ciertos
momentos de nuestra vida circunstancias adversas y contrarias, y aunque nuestra
razón nos diga que no es posible y otros concluyan diciendo que es una fantasía,
sí Dios lo dijo, Dios lo hará. Él es fiel y todopoderoso, por eso confía en su
palabra, él no te miente y nunca te fallará.
5) En
quinto lugar, debemos destacar la frase: “Dios lo hizo en el tiempo que había
dicho”. Creo, por lo general, nos cuesta esperar ¿por qué? Por nuestro orgullo,
por nuestra ansiedad, por querer mostrar resultados a los hombres, porque
queremos decir: “yo tenía la razón”, entre otras cosas.
Pero debemos tener presente que nuestro Dios
no está de afán, no se anticipa ni llega tarde, todo lo tiene planeado, nada lo
toma por sorpresa, a nosotros nos corresponde confiar en él, y caminar en sus
tiempos.
Conclusión: A la luz de este tema concluimos que es muy
importante fortalecer nuestra intimidad con Dios, pues él quiere estar con
nosotros y allí nos hará entender su infinito poder y fidelidad para cumplir
sus promesas, y también aprenderemos a caminar en sus tiempos.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
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