Sermón: Adora a Dios y él se encargará de tus enemigos. La palabra de Dios nos enseña
que en una ocasión el hijo del rey David, Absalón, intentó derrocar a su propio
padre y quedarse con el trono de Israel, y preparó un complot contra su padre.
La batalla que el rey David enfrenta ahora, fue dolorosa y confusa, la más
difícil de su vida…
Nos narra la Biblia en el segundo
libro de Samuel 15:30-31 “Y David subió la cuesta de los Olivos; y la subió
llorando, llevando la cabeza cubierta y los pies descalzos. También todo el
pueblo que tenía consigo cubrió cada uno su cabeza, e iban llorando mientras
subían. Y avisaron a David diciendo: Ahitofel está entre los que conspiraron
con Absalón. Entonces David dijo: Entorpece ahora, oh Jehová, el consejo de
Ahitofel”.
La palabra de Dios nos enseña
que en su juventud David peleó contra el gigante Goliat, también vivió la
persecución del rey Saúl, enfrentó en varias ocasiones a los ejércitos
filisteos, a muchos enemigos, pero nunca esperaba que su propio hijo se
levantará contra él.
El texto nos enseña lo que David
hizo ante aquella situación, él recurrió a la adoración, él decidió buscar a
Dios, y por eso sube al monte de los Olivos.Llamado así por la abundancia de
éstos árboles allí.
Sin duda, llegar a la cima de
este monte requiere esfuerzo. El árbol del olivo simboliza fortaleza, abrigo y
bendición. Es interesante tener en cuenta aquí que el monte de los olivos fue
un lugar preferido por el Señor Jesús, allí enseñaba a sus discípulos (nos
habla de revelación), allí oraba (nos habla de comunión con Dios), allí se
fortaleció en oración (escenario de renovación espiritual) para enfrentar la
cruz y vencer.
Debemos destacar que el rey
David subió al monte “llorando”, esto nos muestra el dolor de su corazón por la
traición de su hijo, y el que sería el trágico resultado de ésta batalla, además
nos dice la Biblia “con la cabeza cubierta y con los pies descalzos” y “Todos
iban llorando mientras subían”. Es muy doloroso y difícil, pero a veces toca
subir así, a veces lo nuevo de Dios está precedido de un ascenso difícil.
La palabra de Dios nos enseña
en el versículo treinta y dos que David se entrega a la adoración, pues llegó a
la cumbre del monte para adorar allí al Señor. La Biblia nos enseña esto una y
otra vez: fortalezcamos nuestras fuerzas adorando al Señor, contemplemos Su
grandeza, en vez de detenernos a mirar los problemas, y él se manifestará a
nuestro favor.
Finalmente el rey David se
ubicó en la “Cumbre” del monte, y esto nos habla de la cima, de la parte más
alta del monte, allí se construían las fortalezas, lugar de protección. Podemos
concluir entonces que la adoración es cobertura, es protección, es cuando el
Señor Todopoderoso se levanta, te defiende y te bendice.
La palabra de Dios nos enseña
que el rey David cantó el Salmo tres en éste difícil tiempo, y allí expresó:
“Mas tu Jehová, eres escudo alrededor de mí; mi gloria y el que levanta mi
cabeza, clamé a Jehová y él me respondió…”. David se fortalecía en el cuidado y
poder de Dios sobre su vida.
Debemos tener en cuenta que
las crisis y dificultades de la vida deben empujarnos a fortalecer nuestra vida
de oración. El aliado de Absalón, Ahitofel significa: hermano de hablar necio,
locura, ruina, necedad. Era un consejero del rey David, pero ahora es consejero
de Absalón, y David ¿qué hace? Ora. Ante las adversidades, debemos crecer en
oración y poner en las manos del Señor nuestras adversidades y nuestros
enemigos.
Nuestro buen Dios sabe que
cosas y obstáculos debemos enfrentar; el Padre celestial no evitó la cruz para
el Señor Jesús, pero lo fortaleció para enfrentarla, y luego le dio un nombre
sobre todo nombre, lo exaltó hasta lo sumo.
Y ambos, el Señor Jesús y el
rey David en este mismo monte (que representa circunstancias o momento)
sembraron lágrimas, pero ambos alcanzaron la victoria. La Biblia nos enseña que
al final Absalón muere, Ahitofel se suicida y David vuelve a sentarse en el
trono de Israel como Dios lo había establecido.
Conclusión: Dios Esta enseñanza de la Biblia nos recuerda que la manera
de enfrentar las crisis, los problemas, las decepciones, aquellas
circunstancias que nos decepcionan o causan dolor; adora a Dios, levántate por
encima de las dificultades a través de tu comunión con el Señor, Dios es quien
te fortalece y ayuda en todo tiempo.
Escrito por Pastor Gonzalo
Sanabria.
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