Dios nunca te desamparará

Sermón: Dios nunca te desamparará. La palabra de Dios nos enseña la importancia y el valor que tiene
perseverar aunque otras personas te fallen y a pesar de los obstáculos del camino.
Nos dice, por ejemplo, Mateo 26:40 y 43:

“Después volvió el Señor junto a sus discípulos y los encontró durmiendo. Jesús dijo a Pedro:
"¿Es posible que no hayan podido quedarse despiertos conmigo, ni siquiera
una hora?... Al regresar los encontró otra vez durmiendo, porque sus ojos
estaban cargados de sueño”.

Como podemos ver según este pasaje bíblico los discípulos dejaron al
Señor Jesús orando solo, porque ellos se durmieron. Vemos pues que aún los tres
discípulos de confianza del Maestro no lo apoyaron en aquel difícil momento de
su vida.  

Sin duda alguna, esta es una dura realidad. Pero a veces los más
cercanos no te apoyan, por diversas razones. A veces un cónyuge no se preocupa
por las dificultades del otro,  también
puede ser que los hijos no se involucran en la visión de los padres, o cuando la
persona en quien tú confías no te brinda ni te presta su ayuda.

Como podemos ver en el texto bíblico de hoy, fue esto lo que le ocurrió
al Señor Jesús, esa noche el Maestro tenía una prioridad: orar al Padre
celestial pues se acercaba la cruz; sin embargo los discípulos por estar
cansados y cargados de sueño no oraron, sino que durmieron.  

La Biblia nos enseña que esto mismo ocurrió aquella noche tres veces, y
el Maestro con amor firme los despertaba y él volvía a orar. El amor y la
perseverancia del Señor son evidentes y formidables.

La palabra de Dios nos enseña que el mismo Señor Jesús tuvo que
enfrentar el rechazo, la calumnia, tristeza y decepción, y finalmente la
traición de Judas Iscariote, pero ante todo esto el Señor respondió mediante la
oración, por eso el Maestro se apartaba a buscar el rostro de su Padre, y en
oración sus fuerzas eran renovadas, y perseveraba en la buena voluntad de Dios.

Estas verdades nos recuerdan que aunque en la tierra muchos te fallen, y
los obstáculos se multipliquen el Señor nunca te fallará, ni te desamparará. Puedes
confiar plenamente en él y en su cuidado.

Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.

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