Sermón: Dios tiene cuidado de tu familia. Dios a través de su palabra nos
enseña que la llegada de un hijo a la familia es una gran noticia, pero en el
caso de los padres de Moisés ellos enfrentaban una terrible orden del faraón:
“todo hijo varón de los hebreos debía morir”. Pero ellos estaban unidos en la
fe y no fueron avergonzados, Dios los ayudó.
Nos dice la palabra de Dios en Éxodo
2:1-3 “Un varón de la familia de Leví fue y tomó por mujer a una hija de Leví,
la que concibió, y dio a luz un hijo; y viéndole que era hermoso, le tuvo
escondido durante tres meses. Pero no pudiendo ocultarle más tiempo, tomó una
arquilla de juncos y la calafateó con asfalto y brea, y colocó en ella al niño
y lo puso en un carrizal junto al río Nilo”.
Es fundamental en la familia la
oración por los otros y el testimonio de vida, pues mediante esto el Señor hará
su obra en ellos, pues la voluntad de nuestro Dios es que ellos vengan también
al conocimiento de Jesucristo como Señor y Salvador de sus vidas.
La palabra de Dios nos enseña que los
padres de Moisés estaban unidos por la fe en Dios para hacer frente a las crisis.
La orden de Faraón, era una orden demoníaca, pues el objetivo de las tinieblas
era acabar con la simiente de Dios. Pero ellos fueron no solo valientes, sino
que su discernimiento logró comprender y ver que Dios tenía un gran plan con su
hijo Moisés.
Estos piadosos padres escondieron a su
hijo por tres meses, eso fue lo que acordaron, juntos lo hicieron, lucharon
unidos ante la adversidad. La unidad hace más fuerte la familia.
Según lo ordenado por el rey de
Egipto el destino de Moisés era la muerte en el gran río Nilo, pero los padres
de Moisés lucharon unidos por su hijo. Amram y Jocabed (nombres de los padres
de Moisés) no se culparon, ellos se apoyaron mutuamente.
Sin duda alguna, estos padres se
encomendaron a Dios y planearon que hacer. Por lo que podemos ver aquí trabajo
en equipo, y oración mutua. Ellos estaban unidos en la educación y formación de
sus hijos, de hecho María (la hermana mayor) fue profetisa en Israel, Aarón fue
el sumo sacerdote en el tabernáculo, y Moisés (el hijo menor) fue el libertador
de la nación que Dios usó para su gloria.
Dios fue propicio a la fe de Amram y
Jocabed, padres de Moisés, pues la hija del rey de Egipto lo adopto y fue la
misma Jocabed quien lo cuidó y alimentó en sus primeros años. Poderoso y
soberano es Dios, pues el río donde debía morir Moisés, fue el río que el Señor
usó para salvarlo, y la princesa del pueblo enemigo (Egipto) fue quien lo cuidó.
Nada ni nadie puede detener los planes de Dios.
Conclusión: Probablemente el enemigo de
tu familia o matrimonio esté tocando la puerta de tu casa, pero nuestro Dios es
todopoderoso para salvarnos, acércate con fe y confianza, y deposita en sus
manos todas tus preocupaciones, no dejes de orar y persevera, Dios te salvará y
verás una maravillosa victoria.
Escrito por Pastor Gonzalo Sanabria.
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